Padre Julio Fajardo exhorta a servir a los más vulnerables, incluyendo a los no nacidos, sin esperar recompensa

by Enlace Noticias

El Padre Julio César Fajardo Aguilar, responsable de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Morelia y rector de la Iglesia de la Columna, ofreció una homilía significativa el domingo número 25 del tiempo ordinario, destacando el valor del Evangelio y la importancia de servir a los más débiles de la sociedad.

Durante su sermón, el Padre Fajardo reflexionó sobre el Evangelio de Marcos, que anticipa la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Fajardo enfatizó que este anuncio no solo prepara a los discípulos para los eventos venideros, sino que también revela una «parte oculta» del Evangelio: la necesidad de aceptar y enfrentar el sufrimiento y la cruz como parte integral del mensaje cristiano.

El Padre Fajardo hizo una comparación entre los lugares turísticos visibles y las partes ocultas de una ciudad, sugiriendo que, de manera similar, el Evangelio tiene aspectos ocultos que son cruciales para la comprensión completa de la fe. «No podemos cortar a Jesús con nuestra tijera,» dijo Fajardo, subrayando que no se puede separar a Jesús de su pasión y dolor.

Un punto central de la homilía fue la necesidad de escuchar y servir a los más pequeños y vulnerables. Fajardo criticó la falta de atención a los que sufren y llamó a la congregación a aprender a escuchar antes de ofrecer consejos. Destacó que los discípulos, preocupados por su importancia personal, no comprendieron el verdadero mensaje de Jesús sobre el servicio y la humildad.

El sacerdote también abordó temas contemporáneos, como la despenalización del aborto, señalando que este debate subraya la obligación de la comunidad cristiana de proteger a los más indefensos, incluidos los niños no nacidos. «El servicio cristiano es auténtico cuando se hace sin esperar recompensa,» afirmó, refiriéndose a la importancia de ayudar a quienes no pueden devolver el favor.

El Padre Fajardo concluyó su homilía instando a los fieles a revisar sus propias intenciones y ambiciones, y a servir a los débiles con un corazón puro. Mencionó varios grupos vulnerables, como los sordos, las personas con VIH y las mujeres en situación de prostitución, recordando a la congregación que estos son los «pequeños» a los que Jesús se refería.

«El que reciba a uno de estos en mi nombre, me recibe a mí,» recordó Fajardo, destacando que el verdadero servicio cristiano transforma no solo a quienes reciben ayuda, sino también a quienes la brindan, trayendo una alegría profunda y duradera.

El mensaje del Padre Julio César Fajardo Aguilar resonó con la congregación, recordando a todos los presentes que la verdadera grandeza se encuentra en el humilde servicio a los demás, especialmente a los más necesitados y marginados de la sociedad.

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