Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió al paro convocado por trabajadores del Poder Judicial, quienes han declarado que no levantarán la huelga hasta que se detenga la reforma al Poder Judicial en el Congreso. El mandatario aseguró respetar el derecho de los empleados a manifestarse, afirmando que «la libertad no se implora, se conquista», aunque recordó que este gobierno no reprime, pues «no es conservador».
En su intervención, López Obrador subrayó que la reforma no perjudicará a los trabajadores, sino que, por el contrario, los beneficiará. Aclaró que «el asunto es con los de arriba», en referencia a los altos mandos del Poder Judicial, y destacó que «no pasa nada con su movimiento», independientemente de cuánto dure, ya que, según él, los trabajadores no atienden directamente a la población. Con tono sarcástico, comentó que mientras los jueces, magistrados y ministros no estén en activo, al menos «no serán liberados delincuentes».
El presidente también mencionó que hoy instruyó a la secretaria de Gobernación y a la Consejera Jurídica para que envíen un oficio a la Ministra Presidenta del Poder Judicial, solicitando la resolución de un paquete de dos asuntos fiscales relacionados con un pago de impuestos de 35 mil millones de pesos. Expresó que, si la Ministra no está en huelga, puede resolver el asunto, criticando la demora en el trámite.
López Obrador reveló que tiene información sobre una convocatoria de trabajadores del Poder Judicial para bloquear carreteras y los accesos a la Cámara de Diputados el 1 de septiembre. Reiteró que los empleados son libres de manifestarse, pero insistió en que las reformas no los perjudicarán, sino que serán en su beneficio. Recordó su diálogo con trabajadores judiciales en Nayarit, quienes temían despidos, y aseguró que los convenció de apoyar la reforma al explicarles que no habrá tal afectación.
Finalmente, el presidente acusó una gran manipulación en el tema y resaltó la disparidad salarial entre un trabajador y un alto ejecutivo del Poder Judicial, indicando que no solo se trata del sueldo, sino también de las prebendas y canonjías. Según López Obrador, los jueces y magistrados están más atentos a los intereses del poder económico que a los del pueblo, descalificando su relación con la clase alta y abogando por un acercamiento de los funcionarios públicos con la ciudadanía.