En un movimiento sin precedentes, ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) han informado su renuncia al cargo y su decisión de no participar en el proceso de elección para el periodo de junio de 2025, presentando dicha notificación ante el Senado de la República. Este anuncio llega como consecuencia de la reciente reforma judicial, publicada el 15 de septiembre de 2024 en el Diario Oficial de la Federación, la cual establece nuevos lineamientos y fechas de conclusión para los cargos de ministros.
La presidenta del Alto Tribunal, Norma Lucía Piña Hernández, junto a los ministros Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Ana Margarita Ríos Farjat, han decidido cesar sus funciones el 31 de agosto de 2025. Con esta decisión, siete de ellos adelantan su retiro en un contexto de cambios normativos que impactarán en la estructura de la Suprema Corte.
Contexto de la Reforma Judicial y repercusiones
La Reforma Judicial de 2024 establece nuevas reglas para el periodo de servicio de los ministros y redefine los criterios para su elección y permanencia. Este marco, que afecta la renovación de cargos y adelanta el término de algunas funciones, busca una “mayor transparencia y eficiencia en el máximo tribunal de justicia”, según expresaron fuentes legislativas. Sin embargo, la salida coordinada de estos ministros ha generado dudas sobre la estabilidad de la SCJN y su capacidad para gestionar la transición de manera fluida en un momento crucial para el sistema de justicia mexicano.
Luis María Aguilar Morales, quien concluye su periodo como ministro el próximo 30 de noviembre, destacó que esta decisión colectiva responde a “una responsabilidad de garantizar la continuidad institucional y permitir una renovación total en línea con los principios de la reforma”. Los ministros han señalado que, al declinar participar en la próxima elección, permitirán una renovación generacional que, según ellos, fortalece el compromiso del Alto Tribunal con la imparcialidad y la independencia judicial.
Impacto en el sistema judicial y la transición hacia 2025
Esta renuncia colectiva marca un punto de inflexión en la historia de la SCJN, donde la mitad de sus ministros se retirarán antes de tiempo, lo que generará vacantes que deberán ser cubiertas mediante un proceso de selección organizado por el Senado y el Ejecutivo. La decisión también supone un reto para el sistema judicial, que ahora deberá garantizar una transición ordenada que no comprometa la continuidad de sus labores.
La Suprema Corte enfrenta así el desafío de reconstituirse en 2025, un año clave para México, con elecciones federales y locales en puerta, lo que pondrá a prueba la independencia y el papel de este órgano en la defensa de la Constitución. La decisión de estos ministros abre la puerta a una reconfiguración completa del máximo tribunal, la cual tendrá impacto directo en la agenda judicial del país en los próximos años.
Reacciones de la comunidad jurídica y el Senado
El Senado de la República aún no ha emitido una postura oficial sobre los pasos a seguir en la designación de los nuevos ministros. Sin embargo, diversos sectores de la comunidad jurídica han expresado sus reservas sobre la posibilidad de una “judicialización” del proceso de selección en vísperas de un proceso electoral. La renovación de la Suprema Corte en este contexto genera un llamado a mantener un proceso de elección “transparente, sin compromisos partidistas y enfocado en el fortalecimiento institucional”, según manifestó la Barra Mexicana, Colegio de Abogados.
La renuncia de estos ocho ministros abre un periodo de incertidumbre y expectativa en torno a la Suprema Corte, que en el contexto de esta reforma, enfrenta el reto de reestructurarse para continuar su misión de defensa del orden constitucional y legal en el país.