El Gobierno de España expresó su rechazo a la exclusión de Su Majestad el Rey Felipe VI de la lista de invitados para la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, programada para el 1 de octubre en Ciudad de México. Ante esta situación, el gobierno español calificó como «inaceptable» la decisión de no incluir al monarca en la ceremonia oficial y ha comunicado que no enviará ningún representante a este evento.
Esta postura marca un gesto diplomático relevante entre ambas naciones, ya que es habitual la participación de jefes de Estado en este tipo de ceremonias, reflejando las relaciones bilaterales entre los países. Sin embargo, la decisión de México de no invitar a Felipe VI ha generado tensión y una respuesta contundente por parte del gobierno español.
La toma de posesión de Sheinbaum es un evento de gran relevancia tanto a nivel nacional como internacional, y la ausencia de representantes de España en esta ocasión podría tener repercusiones diplomáticas a futuro.