Pedro Hugo Montero
Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ha presentado una serie de iniciativas que incluyen desde la regulación de plataformas digitales como Airbnb hasta la mejora en apoyos vitalicios a atletas paralímpicos. Aunque cada una de estas propuestas podría parecer relevante y necesaria, la forma en que se han anunciado, justo al final de su administración, levanta sospechas sobre los motivos reales detrás de este «paquete» legislativo.
¿Qué está proponiendo realmente?
En total, Batres ha enviado cinco iniciativas al Congreso capitalino, las cuales incluyen:
- Regulación de plataformas digitales como Airbnb: Busca limitar el uso de inmuebles para alquiler a corto plazo a través de aplicaciones, en un intento de combatir la gentrificación en áreas de alto interés turístico.
- Sanción por la ruptura de sellos de clausura: Propone castigar severamente a quienes rompan los sellos de clausura colocados por las autoridades.
- Reconstrucción de inmuebles dañados por el sismo: Medidas para agilizar la reconstrucción de viviendas afectadas por desastres naturales.
- Apoyo vitalicio a medallistas paralímpicos: Un reconocimiento necesario a los deportistas con discapacidades que han representado al país a nivel internacional.
- Regulación de establecimientos mercantiles: Mejora las condiciones de operación para negocios, enfocándose en aspectos de seguridad y cumplimiento de normativas.
El timing de las iniciativas: ¿Oportunidad o distracción?
Es evidente que las propuestas tienen un enfoque variado, pero ¿por qué presentar estas reformas justo ahora? La regulación de plataformas como Airbnb, por ejemplo, ha sido un tema pendiente desde hace tiempo en la CDMX, dada la creciente preocupación por la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en zonas clave como el Centro Histórico o la Roma. ¿Por qué esperar hasta este punto final de su gestión para abordar este tema? La prisa en sacar adelante estas reformas podría interpretarse como una estrategia para dejar un legado en temas que ha evadido durante su mandato, o ¿formalizar el año de Carranza? Si observan las iniciativas 1,2 y 5 son susceptibles a incrementar la corrupción.
En este sentido, algunas voces podrían argumentar que la presentación simultánea de múltiples iniciativas podría ser una táctica para diluir la atención mediática, especialmente en torno a la propuesta de vivienda y la regulación de plataformas. Este tema ha sido sumamente polémico, y no solo por el impacto en la vivienda, sino también por las repercusiones que tendría en la economía de pequeños propietarios que dependen de estos ingresos para subsistir.
La sombra de la gestión anterior
No se puede pasar por alto que, durante la administración de Claudia Sheinbaum, varios de estos temas ya se discutieron, sin que se lograran cambios estructurales significativos. La propuesta de Batres podría parecer un último intento por rectificar la inacción de su predecesora, pero la falta de un plan concreto a largo plazo y la prisa con la que se están enviando estas iniciativas genera más dudas que certezas. Por algo no entró al próximo gabinete legal y si al ampliado.
¿Una jugada política?
Es difícil ignorar el trasfondo político de estas iniciativas, sobre todo en el contexto de la sucesión al frente de la CDMX. La percepción pública podría inclinarse a ver a Batres como un “líder” que está haciendo «todo lo posible» por mejorar la ciudad antes de entregar el cargo, pero también existe la posibilidad de que estos movimientos sean una estrategia para ganar simpatías con sectores clave del electorado o para tapar problemas más profundos que su gobierno no ha podido solucionar, como la violencia y la inseguridad.
Conclusión
Las iniciativas de Martí Batres, aunque valiosas en su contenido, llegan en un momento sospechoso de su administración. El timing y la amplitud de los temas que abordan hacen cuestionarse si verdaderamente se trata de un intento genuino de mejorar la ciudad o si solo busca cubrir los vacíos que dejó durante su gestión, mientras desvía la atención de temas más sensibles como la vivienda. Será crucial observar cómo evoluciona el debate en el Congreso y si estas reformas logran materializarse en acciones concretas, o si terminan siendo parte del discurso político de una administración que se quedó corta en sus promesas iniciales.