Espada del Augurio…Censura desde el segundo piso

by Enlace Noticias

Pedro Hugo Montero

Desde 2018, México ha experimentado un panorama cada vez más oscuro para la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo. A pesar de vivir en un país con instituciones democráticas, las amenazas, la violencia y la censura hacia los comunicadores se han intensificado, creando un clima de miedo que afecta tanto a medios locales como nacionales. Periodistas como Jesús Martín Mendoza, Azucena Uresti, Ciro Gómez Leyva, y Chumel Torres, por mencionar algunos de los 30 enlistados por Ricardo Alemán, han enfrentado las consecuencias de alzar la voz en un entorno donde la información crítica y veraz es constantemente silenciada.

Presento una síntesis de los 4 casos mencionados: 

  • Jesús Martín Mendoza, siendo uno de los conductores más reconocidos de El Heraldo de México, al ser un crítico constante de las políticas de gobierno, especialmente en temas de seguridad y manejo de la pandemia. Fue despedido.
  • Azucena Uresti, periodista de Milenio, vivió en carne propia el terror de las amenazas directas por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en 2021. En un video que se hizo viral, el CJNG la acusó de informar de manera parcial sobre los conflictos entre grupos criminales, y le advirtieron que «actuarían» si continuaba con ese tipo de cobertura.
  • Ciro Gómez Leyva en estos días se despidió de su noticiario de Imagen TV y rompió el silencio sobre su atentado: “No pensaba que fuéramos a terminar el sexenio no exento de dudas, de temor, de presiones y de amenazas
  • Chumel Torres: En referencia al cese de Gustavo Macalpin, de Canal 66 al frente de Ciudadanos 2.0, dijo “Yo he estado ahí, yo he estado ahí también, a mí también me han corrido, un canal precisamente por la razón por la que me contrataron, por decirles las realidades de este país”. En referencia a su despido de HBO.

Bien lo advirtió el expresidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar “Yo soy fresa en comparación con la presidenta”. Claudia Sheinbaum Pardo va a terminar de poner orden en todo el país y que nadie intente “pasarse de vivo”, el contexto original se refería a la inseguridad, justicia, y los empresarios, pero por lo que se ve también con respecto a los periodistas y medios de comunicación. 

Tal cual lo denunció en septiembre pasado Ricardo Alemán en su columna, desde el inicio de su sexenio y a días de finalizar, había 30 periodistas cesados, enlistó a todos y cada uno de ellos, mostrando el común denominador de la censura que es que critiquen al gobierno y su partido.  En términos reales eso es para AMLO “pasarse de vivo”.

A 8 días del inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum, ya sucedió el primer caso de censura, Gustavo Macalpin, de Canal 66 al frente de Ciudadanos 2.0, fue despedido al aire. Como comentó Chumel Torres y “…así, así sin más, se metió el director de su canal a correrlo ahí en vivo, de una manera, a ver, mucha gente del Twitter lo agarró, de WhatsApp, lo agarró de broma

Precisamente en su conferencia matutina la Presidenta, acotó, “Es una decisión del director del Canal 66 de Baja California, pero si la razón fue porque habló mal de la gobernadora o de alguien más, pues considero que no es correcto”, como control de daños emitir ese mensaje de empatía fue acertado, dejando entrever que respeta la libertad de expresión, pero no lo dijo así.

El daño está hecho, independientemente del causado al comunicador, eso muestra que el ADN de Morena es la intolerancia, censura, entre otros negativos más que dañan al proyecto de Sheinbaum, el periodista Macalpin aseguró que continuará haciendo crítica política en nuevos espacios. ¿Qué hará la Presidenta? Solo ella sabe, lo más probable es que seguirá con el manual heredado, que consiste en ejercer este tipo de presiones y amenazas que obligue a los comunicadores y directores de medios plantearse un escenario de autocensura inevitable. Y así desplazar al verdadero periodismo por influencers y YouTubers, aplaudidores del régimen.

La libertad de prensa es uno de los pilares fundamentales de una democracia funcional. Sin embargo, mientras las amenazas sigan sin consecuencias y los medios sean limitados por intereses externos, la democracia misma se encontrará en riesgo.

Ver también