La discusión sobre la reforma al Poder Judicial ha encendido el debate en la Cámara de Diputados, donde se enfrentan visiones diametralmente opuestas sobre el futuro del sistema de justicia en México. El Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (PT), aliado de la Cuarta Transformación (4T), ha defendido con firmeza la propuesta que busca que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos mediante voto popular, una medida que consideran esencial para erradicar la corrupción y democratizar el acceso a la justicia.
El diputado federal Gerardo Fernández Noroña, en representación del PT, aseguró que la reforma busca «separar el poder económico del judicial», alegando que este último se ha corrompido al servicio de intereses privados. Durante la sesión de la Comisión de Puntos Constitucionales, Fernández Noroña criticó a la oposición, acusándola de defender a la oligarquía y negar al pueblo el derecho a elegir a sus juzgadores, calificando al actual Poder Judicial como una entidad que «no imparte justicia».
Por su parte, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, Noemí Berenice Luna Ayala, manifestó su rotunda oposición a la reforma propuesta por la 4T, considerándola una amenaza para la independencia y autonomía del Poder Judicial. Luna Ayala sostuvo que la iniciativa presidencialista «acaba con la independencia judicial» y abogó por una propuesta alternativa que incluya la creación de un Comité Técnico de Evaluación independiente, encargado de la selección de las ternas para ministros y jueces, en lugar de que estas provengan del Ejecutivo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), a través de su coordinador Rubén Moreira Valdez, también expresó su rechazo a la reforma, advirtiendo que su aprobación representaría un «riesgo para el Estado mexicano». Moreira argumentó que la propuesta es imprudente y antidemocrática, y subrayó las complicaciones prácticas que conllevaría, como la saturación de las boletas electorales con miles de candidatos desconocidos para el electorado.
Finalmente, el diputado Reginaldo Sandoval Flores, del PT, reiteró la necesidad de la reforma para combatir la corrupción en el Poder Judicial, al que calificó de «obeso y corrupto», criticando el presupuesto asignado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y su eficiencia comparada con los tribunales locales. Sandoval Flores defendió la visión de la 4T como una revolución pacífica que busca construir un nuevo Estado mexicano, centrado en el bienestar y el humanismo, en el que el pueblo tenga un papel activo en la elección de sus juzgadores.
La confrontación entre la 4T y la oposición sobre la reforma al Poder Judicial promete intensificarse en los próximos días, con implicaciones profundas para el futuro de la democracia y el sistema de justicia en México.