Por: Rubén Sandoval Aguiar.
En los últimos días, el senador Ricardo Monreal ha hecho declaraciones y dado discursos en distintos foros, en algunos de ellos ha sufrido de rechiflas y señalamientos por parte de algunos asistentes, a los que Monreal ha calificado como gente de Morena que actúa por consigna como parte de una estrategia de otros aspirantes de su partido en la carrera presidencial, para tratar de descarrilarlo y dejarlo fuera de la competencia. Estos ataques han propiciado que Ricardo Monreal caiga por desesperación, en el error de ir en contra de la militancia de Morena llamando a muchos de los que lo critican «Neomorenistas» que apenas y llevan un par de años en Morena por conveniencia, asumiendo que él si es fundador de Morena y luchador social de la izquierda desde hace más de 25 años en los que ha caminado junto al presidente Andrés Manuel. El mensaje de Monreal lleva implícita una división entre fundadores y «neomorenistas», lo cuál se contrapone totalmente con el discurso de «La Reconciliación» que abandera el senador en su aspiración para alcanzar la candidatura a la Presidencia de la República.
Ricardo Monreal debe tener mucho cuidado y no caer en la desesperación como lo está haciendo, ya que una cosa es pedir al presidente Andrés Manuel y a los dirigentes y gobernadores de su partido, piso parejo y la no exclusión o ataques, en su camino como aspirante a la Presidencia de la República (lo cual es correcto ya que si Morena se asume distinto, no debe haber favoritismos ni dedazos) y otra cosa muy distinta es confrontarse con la militancia y las bases, cuidado con eso, porque una vez que la militancia se siente agraviada ya no hay marcha atrás, y es sumamente complicado, por no decir imposible recomponer las cosas y reconciliarse.
Cuando Monreal militaba en el PRI en los años 70’s del siglo pasado, ese partido era en los hechos, más de centro que de izquierda como lo enarbolaba con el discurso del «Nacionalismo Revolucionario». En los años 90’s el PRI y el sistema le negaron a Ricardo Monreal la candidatura al gobierno de Zacatecas y finalmente, Monreal Ávila rompió con el partido oficial y obtuvo la candidatura al gobierno de Zacatecas por el recién nacido Partido de la Revolución Democrática (PRD). Monreal llegó al PRD sin formarse y sin haber militado en las filas de la izquierda con anterioridad, en el partido Comunista Mexicano (PCM) o en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), ya que siempre militó en el PRI. Cuando Ricardo Monreal Ávila llegó de improviso a las filas del PRD, no se le tachó de «Neoizquierdista», quizá hubo algunos que lo veían con recelo por su extracción priista, pero finalmente Monreal fue gobernador de Zacatecas por el PRD en 1998, en un acto en que el partido del Sol Azteca y el propio Andrés Manuel quien era el dirigente nacional de ese partido, le reconocieron su trabajo y peso político como dirigente campesino, sin tacharlo repito de «Neoizquierdista» o advenedizo, porque a la gente valiosa y a los buenos perfiles, puede dárseles cabida en un proyecto o partido distinto al que militaban originalmente, con tal de que aporten y ayuden a construir o fortalecer un proyecto, comprometiéndose con su militancia.
Monreal es un político hábil y experimentado y lo ha demostrado en múltiples ocasiones, tan es así, que se ha mantenido como coordinador de la bancada morenista en el Senado de la República, a pesar de los embates y descalificaciones de compañeros de su partido como Layda Sansores, por ello, el senador zacatecano debe meditar muy bien su siguiente jugada, que implique una verdadera reconciliación, en primer término con la militancia de su partido, si en verdad aspira a tener alguna posibilidad de alcanzar la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, ya que de poco o nada sirve un discurso de «Reconciliación» de cara a la sociedad y las fuerzas políticas de oposición, cuando en los hechos Ricardo Monreal se está confrontando con las propias bases del partido Morena del que fue fundador.