El mariscal de campo de Georgia, Stetson Bennett, un ex jugador sin cita previa, ahora es dos veces ganador del título nacional.
Los Bulldogs abrumaron a TCU el lunes por la noche 65-7, saltando temprano sobre los Horned Frogs y construyendo una ventaja de 31 puntos en el medio tiempo en su camino hacia ganar un segundo Campeonato Nacional de Playoffs de Fútbol Universitario consecutivo en el Estadio SoFi en Inglewood, California.
Bennett representó cuatro anotaciones solo en la primera mitad. El finalista del Trofeo Heisman de 2022 terminó con 304 yardas por aire y seis TD totales (cuatro por pase, dos por tierra), lo que empató el récord de juego por el título de la era CFP de Joe Burrow (desde 2014). Burrow representó seis TD en la victoria de LSU sobre Clemson en el juego por el título de 2020. Bennett fue nombrado MVP ofensivo del juego por el título por segundo año consecutivo.
Sin embargo, el otro finalista de Heisman en el juego, Max Duggan de TCU, tuvo una actuación de pesadilla. Fue acosado y frustrado por una feroz defensa de los Bulldogs, lanzando para solo 152 yardas y dos intercepciones.
Georgia se convirtió en el primer equipo en ganar campeonatos nacionales consecutivos desde los equipos de Alabama de 2011 y 2012. El entrenador en jefe de los Bulldogs, Kirby Smart, fue el coordinador defensivo de ese equipo dirigido por Nick Saban. Smart todavía está detrás de Saban en títulos nacionales de entrenador en jefe, siete a dos. Pero el lunes, fue Saban, en el estadio como analista de ESPN, mirando desde el campo a su ex asistente celebrando su ascenso a la cima de la montaña del fútbol universitario por segunda temporada consecutiva.
TCU quedó claramente desvalido el lunes por la noche y, sin embargo, incluso el mayor fanático de los Bulldogs podría no haber predicho cómo fue la primera mitad.
Bennett culminó una serie inicial impresionante con una carrera de touchdown, una carrera de 21 yardas que mostró una velocidad llamativa del QB, un gran bloqueo de patada del tackle izquierdo Broderick Jones y un poco de disciplina visual de la defensa de TCU, que conectado con el corredor Daijun Edwards en la opción de lectura.
Después de quedarse atrás 10-0, Duggan golpeó al veloz receptor abierto Derius Davis para una ganancia de 60 yardas , aunque Davis tuvo que regresar para el pase desviado. Con la atrapada, Davis pudo expiar su balón suelto de la serie anterior que condujo a un gol de campo de Georgia. Los Horned Frogs culminarían esa serie de 75 yardas, la mejor de la noche, y lo convertirían en un juego 10-7.
Pero Georgia simplemente atacó implacablemente temprano y con frecuencia, negándose a dejar que TCU se levantara por completo de la lona. Los Bulldogs ganaron 11 yardas en tres jugadas seguidas, lo que demuestra cuán mal emparejados estaban los Horned Frogs en defensa. Y eso fue antes de que Bennett conectara un Ladd McConkey abierto de par en par para un touchdown de 37 yardas.
Empeoró rápidamente para TCU. Los Bulldogs superaron a los Frogs, 21-0 en el segundo cuarto para tomar una ventaja de 38-7 en el medio tiempo. Bennett coronó la brillante primera mitad con un pase de touchdown a Adonai Mitchell, quien agarró con una mano . Fue una gran diferencia con respecto a la primera mitad del partido de semifinales contra Ohio State, cuando Smart dijo que Bennett necesitaba calmarse en el medio tiempo.
Lo que ayudó fue que la defensa de Georgia dominó a TCU al principio de una manera que no pudo contra LSU en el Juego de Campeonato de la SEC o contra Ohio State en el Peach Bowl. Fue una noche sorprendentemente pobre para Duggan, pero también para el receptor de TCU, Quentin Johnston. Johnston fue seguido temprano por el esquinero de Georgia, Kelee Ringo, quien tuvo un juego difícil contra los Buckeyes, y solo tuvo una recepción de tres yardas el lunes. Duggan pareció derribar a Johnston por lo que podría haber sido una gran ganancia, pero terminó en los brazos de Javon Bullard de Georgia, una de sus dos intercepciones en el juego.
El ala cerrada de Georgia, Brock Bowers, quien fue retenido temprano contra Ohio State, estalló temprano contra los Horned Frogs. Atrapó siete pases, el máximo del juego, para 152 yardas, incluido un touchdown de 22 yardas. Además, corrió dos veces para 15 yardas, un arma ofensiva verdaderamente única en la posición del fútbol americano universitario. Bowers, un verdadero estudiante de segundo año, no será elegible para el draft de la NFL hasta 2024, como mínimo, pero debería ser una de las piezas fundamentales de un equipo de Georgia de 2023 que reemplazará a varios jugadores clave. Después de que Georgia acumulara tres touchdowns más en la segunda mitad, muchos de los Bulldogs que jugaron su último partido universitario fueron retirados del concurso a principios del último cuarto, reemplazados por un nuevo lote de reclutas altamente promocionados que se preparan para el dominio futuro.
Pero al final, la noche fue sobre la defensa de Georgia y Bennett.
Debido a que el juego se salió de control temprano, algunas de las estrellas elegibles para el draft de los Bulldogs tuvieron problemas para acumular estadísticas impresionantes. Pero los números del equipo lo dicen todo: TCU tuvo nueve primeros intentos y 36 yardas terrestres en 28 acarreos. Georgia recolectó cinco sacos. Ringo merece crédito por su trabajo en Johnston, y el tackle defensivo Jalen Carter mostró algunas repeticiones dominantes al principio, incluida una entrada en la línea lateral después de una pantalla rápida.
El potencial de Bennett en la NFL será un debate previo al draft divertido, si no predecible. Los golpes en su contra son terreno trillado: su edad y sus rasgos físicos. Tiene 25 años, mayor que Justin Herbert , Tua Tagovailoa y Jalen Hurts , y está clasificado por Georgia en 5-11, 190 libras.
Y como Bennett demostró temprano contra Ohio State en el Peach Bowl, también es propenso a algunas jugadas salvajes como pasador y tomador de decisiones. Pero el Bennett que vimos en el último cuarto de ese juego y el lunes por la noche es más el actor en el que se ha convertido.
Nadie debería sorprenderse por la rapidez de Bennett en su primera carrera de TD contra TCU o su carrera de 12 yardas en tercera y 10 en el segundo cuarto. Ha demostrado que es un atleta decente que puede mantener vivas las jugadas con sus piernas: tuvo una carrera de touchdown de 64 yardas esta temporada contra Auburn.
Claramente, es el éxito general y las actuaciones en los grandes juegos lo que le da a Bennett el mayor brillo como prospecto. Eso es lo que podría hacer que lo reclutaran en algún momento del Día 3.
Pero esa charla es para otro día. Con 13:25 restantes en el juego, Bennett fue sacado con su equipo arriba 52-7, coronando uno de los viajes de fútbol americano universitario más inesperados en la memoria reciente. Llegó a Georgia sin una beca y necesitaba cambiar de ruta a través de la universidad para tener la oportunidad de jugar para los Bulldogs. Ahora, Bennett dejará UGA como uno de los mariscales de campo más condecorados en la historia de la escuela.