FÉLIX PARRA

by Enlace Noticias

Rubén Sandoval Aguiar

Félix Parra Hernández, nace en la ciudad de Morelia Michoacán, el 17 de noviembre de 1845; fue hijo de Mariano Ramón Parra y Juliana Hernández. Desde sus años de infancia, el niño Félix mostró predilección por el dibujo que practicaba en sus ratos libres, por lo cual, en 1861 a la edad de 16 años, ingresa a la Academia de Pintura y Dibujo en el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de su ciudad natal, donde aprende sus primeras lecciones de dibujo y pintura bajo la guía de los pintores Octaviano Herrera y Job Carrillo.

En 1864, Félix Parra se traslada a la ciudad de México para perfeccionar sus estudios en la antigua Academia de San Carlos, donde tuvo como profesores a Salomé Pineda, Santiago Rebull, Eugenio Landesio, al prestigiado artista catalán Peligrín Clavé y al extraordinario pintor y paisajista José María Velazco, de quienes aprendió un estilo académico clasicista, que lo conduce a desarrollar un intenso gusto por el arte.

Siendo todavía alumno, en 1871 Parra Hernández da vida a su primera obra de autor titulada “El cazador”, con la que fue galardonado en la bienal de San Carlos; cuadro en el que el autor representa a un joven Cupido de la mitología romana recargado sobre un tronco, que sostiene un ave muerta en su mano izquierda y en la derecha un arco y una flecha.

En 1873, Félix Parra participa en la exposición de la Escuela Nacional de Bellas Artes, con el cuadro de gran formato en técnica de óleo sobre tela, “Galileo en la Escuela de Padua demostrando las nuevas teorías astronómicas a un religioso” probablemente su obra más famosa. En esta pieza, el artista da muestra de su gran maestría y dominio de la composición, el color, el claroscuro y el detalle, al retratar al matemático y pensador italiano Galileo Galilei, recargando su mano izquierda sobre un globo terráqueo, mientras explica sus teorías astronómicas a un religioso que lo observa con atención del otro lado del globo. La obra aborda una temática polémica para la época de Galileo, los avances de la ciencia frente a los dogmas de la iglesia. Este cuadro fue calificado por el jurado como de gran calidad plástica, razón por la cual le fue otorgado a su creador, el primer premio de adquisición y medalla de oro.

Para las siguientes convocatorias, Parra participa con dos obras, la primera de título “Fray Bartolomé de las Casas” (1875) donde su creador plasma una conmovedora escena en la que se muestra al clérigo benefactor de pie con los brazos entre cruzados al pecho, sosteniendo una cruz dorada en su mano derecha y la vista elevada al cielo en señal de plegaria; del lado derecho a los pies del fraile yace un indígena sin vida en el suelo y a su izquierda aparece una mujer indígena abrazada a los pies de Fray Bartolomé.  Con esta obra, Félix Parra obtuvo el primer premio y se ganó el elogio de la crítica y el reconocimiento de personajes como Ignacio Manuel Altamirano y el Presidente Sebastián Lerdo de Tejada; esta pieza fue presentada en la Exposición Internacional de Filadelfia.

El segundo cuadro titulado “Un episodio de la Conquista, La matanza de Cholula” (1877) con el que su autor resultó nuevamente ganador del primer premio, le valió al joven artista una beca otorgada por el director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Ramón Lascuráin,para continuar sus estudios en Francia e Italia, cuna del “Renacimiento”; por lo cual, Félix Parra marcha a Europa en 1878, donde permanece cerca de cinco años aprendiendo las nuevas las técnicas pictóricas de vanguardia del viejo continente, como el Impresionismo, el Art Nouveau el Modernismo.

De regreso a México en 1882, Parra es invitado a incorporarse como profesor en la antigua Academia San Carlos, para impartir las clases de dibujo y ornato, donde tuvo como alumnos al jalisciense Gerardo Murillo (“Dr. Atl”) y a Diego Rivera, quienes más tarde se convertirían en grandes exponentes del arte revolucionario y el Muralismo Mexicano.  

Entre las obras en recintos e instituciones realizadas por el artista moreliano, podemos encontrar “la pintura del plafón central del Salón de Cabildos del Antiguo Ayuntamiento de la Ciudad de México, creada en 1893 como una alegoría de la Patria.” 1. “Además del óleo, [Félix Parra] desarrolló una producción de acuarelas, llenas de colorido y luz; en ellas plasmó, principalmente, retratos, paisajes semirurales, urbanos cosmopolitas y escenas costumbristas afrancesadas.” 2

En 1908, Félix Parra es designado por el Presidente de la República Porfirio Díaz, como dibujante del Museo Nacional en sustitución del gran pintor José María Velazco. Por su destacada trayectoria como pintor y maestro, en el año de 1917, el pintor michoacano fue nombrado catedrático emérito de la Academia Nacional de Bellas Artes. Dos años más tarde el 9 de febrero de 1919, el artista fallece en la Ciudad de México, dejando un legado invaluable para el mundo del arte y una importante contribución plástica que planteaba el rescate de nuestras raíces y el fortalecimiento de nuestra identidad nacional, que lo llevó a ser considerado como uno de los grandes maestros de la pintura mexicana y el máximo exponente de la pintura michoacana de las últimas décadas del siglo XIX e inicios del siglo XX.

1.-https://www.gob.mx/cultura/prensa/felix-parra-artista-que-contribuyo-a-dar-identidad-a-la-pintura-nacional?idiom=es, 06/10/2021, 20:17

2.- íbidem.

3.-Dávila Carmen Alicia, Rodríguez Díaz María del Rosario, La Independencia de México. Conflictos Militares, Procesos Políticos y Manifestaciones Artísticas, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Primera Edición, Morelia, Mich., 2012.

4.- https://oeinm.org/epoca-independiente/felix-parra-hernandez/

Ver también