Por Pedro Hugo Montero
El pasaje de la Biblia que dice «el que busca, encuentra» se aprecia en el Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de Mateo, lo menciono en memoria de quien fuera el Coordinador General de la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, Milton Morales Figueroa, buscó y encontró lo necesario para hacer su trabajo y también la muerte.
Su asesinato, ha causado diversas reacciones, incluso se han narrado situaciones, especulaciones y conjeturas espeluznantes, quienes lo han sabido sintetizar de mejor manera son los cartonistas Calderón de Reforma y Rapé de Milenio el 23 de julio, fue un mensaje claro y contundente del crimen organizado a Claudia Sheinbaum, Martí Batres, Clara Brugada, Omar García Harfuch, Pablo Vázquez, recientemente propuesto para ser ratificado en el cargo por Brugada, y a los buenos policías e investigadores que hacen su trabajo.
Oficialmente aún no se puede establecer una sola línea de investigación por su atentado, pero los medios destacan en sus primeras planas y en columnas que el mayor cuestionamiento es ¿por qué su equipo de seguridad no estaba con él? Aún no desarrollan una narrativa creíble.
Dentro de las hipótesis lógicas El Universal informó que los responsables de su ejecución siguieron previamente las actividades del mando policial hasta que encontraron el momento propicio para asesinarlo. El diario especuló que el modus operandi corresponde al utilizado por los sicarios que operan en el Valle de México. ¿Quién les proporcionó información? Una sospecha es que desde el interior de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana, porque estaba comprometido a cambiarla.
Jorge Fernández de Excélsior afirma que el asesinato de Morales Figueroa “es quizás la agresión más importante que ha sufrido un funcionario de seguridad en nuestro país desde el atentado contra García Harfuch” y advierte que puede ser una estrategia para acabar con mandos policiacos eficientes, yo coincido con él y amplío que el mensaje es debilitar a las fuerzas de seguridad; intimidación y control a los elementos y/o jueces; corrupción y colusión voluntaria u obligatoria, todo esto producto de la estrategia actual de abrazos y no balazos, la pregunta es, ¿Sheinbaum seguirá con esa estrategia? Si, porque realmente cree en lo que le dice AMLO, y durante la campaña se le preguntó y justificó al pie de la letra lo que se menciona en las mañaneras.
El jefe de la Policía capitalina, Pablo Vázquez Camacho, se limitó a dar el pésame a los familiares, a quienes les expresó que cuentan con el apoyo y la solidaridad de todos los que forman parte de la dependencia.
En cambio, Rosa Icela Rodríguez, actual Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (propuesta para encabezar la Secretaría de Gobernación para la siguiente administración federal), respondió que hay una investigación encabezada por la fiscalía del Estado de México que cuenta con la colaboración y coordinación de las autoridades de la Ciudad de México, de las secretarías de seguridad mexiquense, federal y del Centro Nacional de Inteligencia Federal. Dijo que por razones de la propia investigación los avances de esta se darán a conocer en otro momento.
Lo que no dicen ni quieren reconocer es que la actual estrategia de seguridad ha fracasado estrepitosamente, si se sigue por ese camino como todo parece indicar, pobre México, tampoco será fácil porque se requieren muchos recursos y trabajo coordinado entre dependencias de gobierno, un verdadero fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad pública. No será una labor sencilla, hay demasiadas variables y actores en juego, que se incrementan exponencialmente cada día que pase, parafraseando a Pascal Beltrán, «lo peor es la normalización de la violencia contra los elementos de seguridad. Es como si se esperara que ése es el destino de un policía que hace su trabajo.»
¿Realmente ya estamos como sociedad tan desensibilizados, que no nos conmueve la situación que sufrió Milton y ahora su familia? Al parecer si, por eso es de vital importancia que las autoridades den con los responsables de su asesinato y sirva de ejemplo su sacrificio por la seguridad en la Ciudad de México.