El presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, junto con los coordinadores de los grupos parlamentarios en el Senado y la Cámara de Diputados, Manuel Añorve y Rubén Moreira, anunciaron que sus respectivas bancadas no asistirían a la sesión legislativa celebrada ayer, donde se llevó a cabo la declaratoria de constitucionalidad de la reforma que adscribió a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los líderes del PRI argumentaron que esta decisión fue coherente con la postura del partido, manifestada en ambas cámaras, donde se advirtió que la reforma no abordaba adecuadamente los problemas de seguridad en el país. Además, señalaron que durante los últimos años no se había fortalecido a las policías estatales y municipales, lo cual es fundamental para mejorar la seguridad pública.
Moreno, Añorve y Moreira resaltaron que los 36 diputados federales y los 15 senadores del partido votaron en contra de la reforma y afirmaron que el PRI no convalidaría la militarización del país al asistir a esas sesiones.
Los líderes priistas también expresaron su preocupación por la falta de voluntad política del oficialismo para enfrentar el problema de la violencia y la inseguridad que afecta a las familias mexicanas. Según ellos, la decisión de adscribir la Guardia Nacional a la Sedena enviaba un mensaje negativo al mundo, sugiriendo que México no podía garantizar su propia seguridad sin recurrir a la militarización, lo que a su vez indicaba la debilidad de sus instituciones civiles.