A ojo de buen cubero… Nos gusta hacer pero que no nos hagan!!!

by Enlace Noticias

Por M en D Alfonso Villagómez León.

Puntual a la cita amigos de Enlace Noticias 24, con mucho agrado me reencuentro con ustedes para compartir algunas reflexiones de un acontecimiento que ha invadido la intimidad de todos los hogares mexicanos y me atrevo a decirlo de esa manera, porque el trato dado por ciertos personajes de la política nacional, llegó hasta las ñiñas y ñiños -como dice Doña Arce- al preguntar respecto a los traidores a la Patria.

En primer lugar, quisiera entendiéramos qué es una traición según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, donde se refiere como “La falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener” “Delito cometido por un civil o militar que atenta contra la seguridad de la Patria”.

México se precia de ser un país donde impera la democracia, un Estado en el cual se escucha y respeta la decisión de las mayorías, sin excluir o minimizar a las minorías, como sucede en una tiranía autoritaria. De ahí que nuestro modelo Constitucional está edificado con un cierto blindaje, trataré de explicar mi dicho: para llevar a cabo una reforma Constitucional como primer cierne, debe ser aprobada por una mayoría calificada del Congreso de la Unión -dos terceras partes- y después por la mayoría -cincuenta por ciento más uno- de las legislaturas locales como segundo filtro.

Hace semana y media en la Cámara de Diputados se desechó la propuesta de iniciativa Presidencial relativa a la reforma en materia energética, por no lograr el apoyo de legisladores mencionado, lo cual ha dado a lugar al tema que hoy nos ocupa, Senadores, Diputados, Gobernadores, Presidentes Municipales, Políticos e incluso el propio Andrés Manuel López Obrador, se han encargado de una campaña de linchamiento público al señalar a quienes votaron en contra como traidores a la patria, aumentando aún más la polarización ciudadana e inclusive en algunos casos, hasta poner en riesgo su integridad física, pues se han utilizado carteles con fotos y nombres de los “traidores”, quienes ya denunciaron agresiones verbales y amenazas.

En opinión de quien esto escribe, tal hecho no debemos de tomarlo a la ligera como una ocurrencia más del huésped de Palacio Nacional, no podemos aceptarlo dentro de los dimes y diretes dados en la diaria arenga política, el asunto es serio y peligroso; ya somos testigos de esa absurda división de “Fifis” y “Chairos”, ambos indiscutiblemente Mexicanos, pero si ahora además a quienes se manifiesten como legítimos opositores a la política gubernamental se le va a calificar como traidores a la patria, ¿qué denominación le corresponderá al electorado que se atreva a manifestarse en la urnas en su contra? Mejor no especulo.

Lo realmente deseable en una cultura democrática, es saber vivir con la diversidad política, donde no existan esas persecuciones autoritarias derivadas de la incomprensión de las líneas elementales de la democracia. El ahora partido en el poder con sus aliados, no son los únicos representantes del pueblo y justamente en eso pensó el constituyente originario al dar las reglas para modificar nuestra Constitución Política, refrendando la necesaria representación de las minorías.

Cierro mis reflexiones compartiendo una frase de la escritora norteamericana Libba Bray, pretendiendo ilustrar el momento histórico por el que atravesamos: “El poder lo cambia todo hasta el punto de que resulta difícil decir quiénes son los héroes y quiénes los malvados”, sin embargo, amable lector a ojo de buen cubero ¿considera que por no empatizar con las ideas de nuestro Presidente Constitucional se es traidor a la Patria? ¿debemos ser una sociedad robotizada guiada por la voluntad imperante del titular del Ejecutivo Federal para no quebrantar la fidelidad o lealtad a nuestra Nación? su respuesta siempre será la más acertada, mil gracias por la amabilidad de su atención.

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