La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó el fallecimiento de Samer José Servín Juárez, identificado como operador financiero del grupo delictivo de Los Caballeros Templarios. Servín Juárez, conocido también como El Samer o El Rigoberto, murió a los 46 años a causa de un paro cardiorrespiratorio derivado de complicaciones por diabetes mellitus, según concluyeron los estudios forenses realizados por autoridades federales.
La información fue retomada del portal APRO, donde la periodista Patricia Dávila documentó que el cuerpo de Servín Juárez fue retirado por elementos del Ejército en la funeraria Gayosso de Morelia, una de las más concurridas de la ciudad, donde familiares y amigos velaban sus restos.
La irrupción militar ocurrió el miércoles anterior y estuvo a cargo de 23 elementos del Ejército Mexicano, quienes, de acuerdo con la versión oficial, actuaron tras recibir informes de inteligencia que advertían la intención de los familiares de ocultar la defunción. El cuerpo fue trasladado a instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para confirmar su identidad mediante exámenes periciales.
La PGR precisó en un comunicado que la ubicación del cuerpo se logró gracias a la coordinación entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Según la investigación A/203/10, Servín Juárez operaba en los estados de Michoacán, Tamaulipas y Querétaro, y era considerado un colaborador cercano de Servando Gómez Martínez, alias La Tuta.
En vida, el hoy fallecido utilizó diversas empresas para justificar ingresos presuntamente relacionados con actividades ilícitas. Por su captura, la PGR ofrecía una recompensa de hasta 10 millones de pesos.
Con la muerte de El Samer, suman ya cuatro de los siete principales líderes templarios que han sido detenidos, abatidos o fallecidos en semanas recientes. La lista incluye a Dionicio Loya Plancarte (El Tío), Nazario Moreno González (El Chayo), y Enrique Plancarte (El Kike). Aún se mantienen prófugos Pablo Magaña Serrato (La Morsa), Ignacio Rentería Andrade (El Nacho) y el líder máximo del grupo, La Tuta.
Las autoridades federales mantienen vigentes las recompensas que oscilan entre los 3 y 30 millones de pesos por información que conduzca a la localización y detención de los integrantes restantes.