Por M en D Alfonso Villagómez León.
En la recta final del mes de mayo, apenas avizorando las anheladas lluvias ausentes en el campo michoacano así como en las urbes de concreto, me reencuentro con su amable lectura, ahora para reflexionar sobre la convocatoria de la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación para Médicas y Médicos Especialistas, a fin de dar cobertura a las vacantes del IMSS, IMSS-BIENESTAR, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Petróleos Mexicanos, Institutos Nacionales de Salud y los gobiernos de los estados quienes agregaron sus vacantes a través del Instituto de la Salud para el Bienestar (Insabi).
Solo pecando de ingenuos, no aceptaríamos que dicha acción gubernamental, se suscitó a partir de aquella escandalosa declaración del Señor Presidente de la República acerca de la contratación de médicos especialistas cubanos para atender en nuestro país, derivando en un trending toping de redes sociales, referente a la inconformidad de la comunidad médica nacional por dos causas principales: poner en tela de juicio la capacidad de los galenos mexicanos y la necesidad laboral de un importante número de profesionales de la salud.
En consecuencia, el pasado 24 de mayo con bombo y platillo se anunció la famosa Convocatoria de la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación para Médicas y Médicos Especialistas comunicando se ofertarían 13,765 plazas, fijando como plazo para enviar solicitudes hasta el 03 de junio. De inicio, indudablemente la ciudadanía en general vemos con buenos ojos la respuesta del Ejecutivo Federal ante la polémica suscitada, otorgando fuentes de empleo y cubriendo necesidades de salud de la ciudadanía, palomita y estrellita en la frente como en nuestros buenos tiempos escolares.
Sin embargo, escudriñando más a fondo la convocatoria, se descubre algo que, en concepto de quien esto escribe, no es ético menos aún democrático, explico mí aseveración: del universo de espacios laborales mencionados el 70% está dedicado a las dieciocho entidades federativas gobernadas por el partido propiedad de Andrés Manuel López Obrador, dejando solamente 4,981 plazas para los gobiernos locales de oposición, situación por demás reprochable.
Estará usted de acuerdo amable lector, problemas tan sensibles como la falta de empleo y la atención médica, por ningún motivo puede ser politizada; cuando una persona accede al más alto honor de dirigir los destinos de un país, no debe hacerlo favoreciendo a quienes coinciden con sus ideales o fines políticos, por el contrario, su obligación es atender los intereses de la ciudadanía en general, en tal razón, por citar un ejemplo, no encuentro una explicación lógica del por qué asignar solo 147 vacantes al Estado de Yucatán, valdría la pena preguntar a sus coterráneos si con esos especialistas se cubren sus necesidades médicas, o en todo caso transparentar los criterios seguidos para la asignación.
Cierro mis reflexiones afirmando que una buena acción puede verse manchada con el lastre de los mezquinos intereses personales. Los Jefes de Estado si realmente quieren trascender en la historia, deben gobernar sin distingos ni pifias, sin hechos populistas con trasfondo de soborno, sin embargo, a ojo de buen cubero amable lector, pareciera ser nuestro Gobierno Federal sigue en plena campaña proselitista con miras al 2024, ¿o Usted qué opina? lo dejo a su siempre acertada opinión, mil gracias por la amabilidad de su atención.