La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que es constitucional imponer penas mayores en casos de maltrato animal cuando se utilizan métodos particularmente crueles. Esta decisión se tomó tras analizar un caso ocurrido en Querétaro, en el cual tres perros rescatistas fueron envenenados mediante salchichas contaminadas con alcaloides, dejadas intencionalmente en un área común. Dos de los perros fallecieron, y el tercero sobrevivió, dejando en evidencia la gravedad de los hechos.
El responsable fue sentenciado por el delito de crueldad animal agravado por el uso de métodos crueles. Sin embargo, al no estar conforme con el veredicto, el sentenciado interpuso un amparo directo, argumentando que esta agravante violaba el principio constitucional de «non bis in idem», que prohíbe imponer doble pena por un mismo delito. Aunque el Tribunal Colegiado de Circuito concedió inicialmente el amparo, el caso fue elevado a la SCJN, quien revisó el fondo del asunto.
La Suprema Corte distinguió entre «maltrato» y «crueldad» en los delitos contra animales, señalando que la crueldad no solo implica el acto de causar dolor, sino la intención consciente de infligir sufrimiento. Además, el uso de métodos crueles degrada significativamente la dignidad del animal y afecta la percepción social sobre el valor de la compasión hacia todos los seres vivos.
La Primera Sala concluyó que el uso de métodos particularmente crueles en delitos de maltrato animal merece una sanción adicional, ya que aumenta el sufrimiento físico y psicológico del animal y degrada su dignidad. La Corte afirmó que esta agravante no representa una doble sanción, sino que responde al acto deliberado de emplear métodos que incrementan la brutalidad del delito.
Con este fallo, la SCJN revocó la decisión del Tribunal Colegiado, devolviéndole el caso para que dicte una nueva resolución conforme a lo decidido por el máximo tribunal. La sentencia de la Suprema Corte representa un precedente significativo en la protección de los derechos de los animales en México, reafirmando que el maltrato animal, especialmente en casos de crueldad extrema, debe ser sancionado con mayor severidad.