Una reciente investigación del New York Times, realizada por Alan Feuer y Natalie Kitroeff, ha expuesto acusaciones que sugieren la existencia de posibles vínculos entre aliados del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y cárteles de la droga. Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley estadounidenses han pasado años examinando estas acusaciones, que implican la presunta reunión de confidentes cercanos al presidente con narcotraficantes y la posible recepción de grandes sumas de dinero por parte de estos últimos.
Según registros estadounidenses y fuentes familiarizadas con el asunto, la investigación se centró en la búsqueda de posibles conexiones entre poderosos agentes de cárteles y asesores y funcionarios mexicanos cercanos al presidente López Obrador durante su mandato. Sin embargo, a pesar de los hallazgos, Estados Unidos nunca inició una investigación formal contra el presidente mexicano, y los funcionarios involucrados finalmente archivaron el caso.
Si bien las acusaciones han sido negadas rotundamente por López Obrador, quien las calificó como «completamente falsas», la investigación ha suscitado preocupación sobre la posible influencia del narcotráfico en los círculos políticos mexicanos. López Obrador ha declarado que estas acusaciones no afectarán la relación de México con Estados Unidos, pero ha expresado su interés en una respuesta oficial por parte del gobierno estadounidense.
A pesar de los esfuerzos de los funcionarios estadounidenses para identificar posibles vínculos entre los cárteles y los asociados de López Obrador, no se encontraron pruebas directas que conecten al presidente con organizaciones criminales. Sin embargo, informes sugieren que los investigadores obtuvieron información de informantes cuyas declaraciones pueden ser difíciles de corroborar.
El presidente Biden ha manejado la situación con cautela, reconociendo la importancia de la relación con López Obrador en temas como la migración y la seguridad fronteriza. A pesar de las tensiones generadas por estas acusaciones, la administración Biden ha evitado las críticas públicas y ha continuado trabajando estrechamente con el gobierno mexicano.
En conclusión, aunque la investigación ha dejado varias incógnitas sobre la posible influencia del narcotráfico en la política mexicana, no se han presentado cargos formales contra el presidente López Obrador. Sin embargo, el caso ha puesto de manifiesto la compleja relación entre Estados Unidos y México en temas de seguridad y lucha contra el crimen organizado.
El siguiente Link el reportaje publicado por el New York Times:
https://www.nytimes.com/2024/02/22/world/americas/mexico-president-drug-cartel.html