El Senado de la República, a través de sus Comisiones Unidas de Derechos Humanos y Justicia, ha dado a conocer la terna de candidatas para ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el periodo 2024-2029. La lista está compuesta por Paulina Hernández Diz, María del Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez Hernández, quienes presentaron sus propuestas y trayectoria en un proceso de selección que incluyó consultas públicas y comparecencias.
La actual presidenta, María del Rosario Piedra Ibarra, buscará la reelección. Durante su gestión, que comenzó en 2019, ha implementado un modelo de defensa que enfatiza la prevención de violaciones a derechos humanos, ha triplicado la emisión de recomendaciones y ha promovido reformas estructurales. En su plan de trabajo, Piedra Ibarra promete consolidar estos avances, impulsar reformas que den pie a la creación de una «Defensoría del Pueblo» y asegurar la autonomía plena de la CNDH.
Por su parte, Paulina Hernández Diz, abogada especializada en derechos humanos, propone reforzar la atención a víctimas, territorializar los servicios de la comisión y mejorar el cumplimiento de recomendaciones. Hernández ha trabajado en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco y es miembro de la Red de Mujeres en Seguridad y Defensa de América Latina, donde ha desarrollado experiencia en la defensa de derechos de mujeres y poblaciones vulnerables.
Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, plantea una transformación desde un enfoque restaurativo, el cual considera la participación activa de las víctimas en los procesos de la CNDH. Además, se enfoca en articular la labor de la comisión con organismos nacionales e internacionales, y en impulsar una administración pública que respete los derechos humanos.
Las Comisiones Unidas eligieron la terna basándose en criterios de idoneidad documental, experiencia y programas de trabajo presentados por las aspirantes. Según el dictamen, se valoraron cualidades como la independencia, el compromiso con la defensa de los derechos humanos, y la capacidad de diálogo con la sociedad civil y colectivos vulnerables.
La persona elegida por el Senado deberá asumir el cargo el próximo 16 de noviembre, en sustitución o reelección de Rosario Piedra Ibarra, y enfrentará el reto de dirigir una institución clave en un contexto de creciente demanda social para garantizar el respeto a los derechos humanos en México.