La mañana de este lunes se vivió una auténtica escena digna de una película de acción en las calles de Morelia. Un ladrón, al volante de un Chevrolet Malibu plateado, desató una persecución policial al intentar evadir a las autoridades. El vehículo, con reporte de robo, fue detectado por un arco carretero en la vialidad Morelia-Pátzcuaro, a la altura de la colonia El Edén, dirigiéndose hacia el Obelisco Lázaro Cárdenas.
Todo comenzó cuando unos ágiles agentes de la Guardia Civil (GC) avistaron el auto en la Calzada La Huerta, notando que circulaba a toda velocidad y pasándose los altos de los semáforos como si fueran simples sugerencias. Los oficiales no tardaron en encender las sirenas y darle el alto al conductor, pero este, con espíritu de piloto de carreras, decidió pisar el acelerador y dirigirse hacia la avenida Madero Poniente.
La persecución atrajo la atención de los patrulleros municipales, quienes se unieron a la cacería. El frenesí llegó a su clímax en la colonia Guadalupe, sobre la calle Teniente Juan Pablo Aldasoro, donde el ladrón decidió abandonar el coche y huir a pie. Con agilidad digna de un atleta olímpico, el sospechoso encontró refugio en un gimnasio ubicado en la esquina de las calles Sexta y Subteniente Mariano López.
Los agentes, mostrando un respeto casi caballeroso, pidieron permiso al propietario del gimnasio para entrar y realizar una inspección. Con cautela y un toque de suspenso, los uniformados recorrieron el lugar hasta que, ¡bingo!, encontraron al fugitivo agazapado en un baño. Tal vez pensó que era el mejor escondite, pero para su mala fortuna, los agentes de la GC no son fáciles de engañar.
Finalmente, el individuo fue asegurado y, junto con el automóvil recuperado, quedó a disposición de las autoridades competentes. ¡Una mañana de acción que seguramente dará de qué hablar en Morelia!