Los Ángeles Rams (4-5) no lograron imponerse en casa ante los Miami Dolphins (3-6), que se llevaron la victoria 23-15 en un Monday Night Football cargado de jugadas clave y fallas en momentos cruciales.
A pesar de los cinco goles de campo de Joshua Karty, incluyendo uno de 55 yardas, los Rams no consiguieron llevar el balón a la zona de anotación en el SoFi Stadium, lo que dejó a Karty como el único anotador del equipo. El contraste fue claro con el primer golpe de los Dolphins: en la primera serie ofensiva, necesitaron solo cinco jugadas para un rápido touchdown de 18 yardas con una carrera de Malik Washington, adelantándose 7-0.
Las dificultades ofensivas de los Rams quedaron en evidencia desde el inicio, acumulando tres y fuera en sus primeras series y sufriendo una intercepción del apoyador Anthony Walker Jr. Esta jugada resultó en un gol de campo de 50 yardas, ampliando la ventaja de Miami a 10-0 al inicio del segundo cuarto.
Un momento esperanzador para los Rams vino cuando Christian Rozeboom interceptó el balón, regresándolo a la yarda 14 de Miami. Sin embargo, una falta por bloqueo ilegal arruinó la posición favorable, y la ofensiva perdió el balón tras un balón suelto del corredor Kyren Williams.
Aunque los Rams respondieron con una recuperación defensiva en una captura de Verse sobre Tagovailoa, no lograron capitalizar plenamente. Un gol de campo de 34 yardas de Karty redujo la distancia a 10-3, y, justo antes del medio tiempo, un espectacular gol de campo de 55 yardas de Karty acortó el margen a 10-6.
En el tercer cuarto, una serie de errores obstaculizó a los Rams. Un mal centro y una salida en falso anularon un intento exitoso de gol de campo de 52 yardas, y el segundo intento de 57 yardas de Karty falló. Miami capitalizó, y Tua Tagovailoa conectó un pase corto de touchdown con Tyreek Hill, incrementando la ventaja a 17-6.
Con el marcador apretado, los Rams siguieron dependiendo de Karty, quien sumó otros goles de campo de 53, 22 y 31 yardas en un esfuerzo por mantener al equipo en la contienda. Sin embargo, Miami selló la victoria con un último gol de campo de 50 yardas de Jason Sanders, dejando a los Rams sin posibilidades de remontar en los últimos segundos.
La derrota coloca a los Rams con un récord de 4-5, en una situación comprometida en su lucha por mantenerse competitivos.