Por:Pedro Hugo Montero
Recientemente, el vehículo en que me transportaba cayó en un bache… ¡en el segundo piso del Periférico! Irónicamente, más adelante, rumbo a mi destino, caímos en otro bache, el más pequeño de la calle —o al menos así parecía en comparación con los demás cráteres que había por todos lados. La calle parecía más un queso gruyere que una vía transitable. Vi la frustración del conductor, consciente de que los gastos se venían encima: primero, un «gallito» (llanta de segunda mano) para seguir avanzando, y luego una nueva, porque claro, el bache no sale gratis.
Esto me hizo recordar un curioso episodio de 2019 en la colonia Santa Cecilia, en Tláhuac. Ahí, los vecinos, hartos de los baches interminables, decidieron cubrirlos con calaveras gigantes de cartón, que pronto se viralizaron en redes sociales. Aunque la alcaldía respondió temporalmente a la situación, los baches parecen ser más persistentes que cualquier otro problema urbano.
Días después, vi un meme que me arrancó una carcajada, pero también me hizo reflexionar. La imagen mostraba a dos astronautas con trajes espaciales y la bandera de EE.UU., en lo que parecía un aterrizaje en la luna. Sin embargo, la «luna» era en realidad una calle llena de baches y charcos. El texto decía: «Astronautas aterrizan en mi calle, pensando que era la luna«, una crítica irónica que muchos compartimos, sobre todo quienes vivimos en la CDMX y padecemos estas calles lunares a diario, sobre las malas condiciones del asfalto en el área y que muchos hemos visto cerca de nuestras casas o en el trayecto al trabajo, o todos los días en los noticiarios de Televisión, y a la fecha hay denuncias de calles en mal estado que muestran los baches.
Supongo que Clara Brugada, actual Jefa de Gobierno, también ha tenido que enfrentar quejas constantes por el estado del pavimento. Fiel a la política de AMLO de «salir a las calles» para escuchar al pueblo sin intermediarios, Brugada ha demostrado interés en mantener contacto directo con los ciudadanos, algo que, en contraste con la gestión de Claudia Sheinbaum, incluye la colaboración con alcaldes de la oposición.
Curiosamente, Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, lanzó su programa «Antibaches» unos días antes, lo que ha generado susurros de si la Jefa de Gobierno le copió la idea o viceversa. Pero en realidad, ¿qué importa quién lo hizo primero?, si lo que todos queremos es que desaparezcan los malditos baches.
Saber quién tuvo primero la idea y la implementó antes, sería como tratar de resolver el enigma de “¿que fue primero el huevo o la gallina?”, realmente no importa, mientras las soluciones sean integrales, desde la reparación temprana de grietas, que tan pronto se presenten en el pavimento, cubrirlas para evitar que el agua penetre al asfalto y se generen más baches; dar mantenimiento preventivo así como la utilización de asfaltos de calidad, incluso pensar para avenidas primarias el uso de concreto hidráulico.