El Vaticano informó la mañana del 3 de marzo que el Papa ha descansado bien durante toda la noche, lo que ha sido recibido con alivio por la comunidad católica. A pesar de ello, las autoridades médicas han indicado que, debido a la complejidad de su cuadro clínico, la prognosis sigue siendo reservada.
Según el comunicado oficial, del domingo las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables, sin que haya requerido ventilación mecánica no invasiva. Hasta el momento, solo ha recibido oxigenoterapia a altos flujos y se encuentra apirético, es decir, sin fiebre.
Durante la mañana del 2 de marzo, el Papa participó en la celebración de la Santa Misa, acompañado por el personal médico y asistentes que lo han acompañado durante su hospitalización. El Vaticano continuará proporcionando actualizaciones sobre la evolución de su salud en los próximos días.