El Vaticano informó el 6 de marzo que las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables en comparación con días anteriores. Según el comunicado, el Papa no ha presentado episodios de insuficiencia respiratoria y ha seguido cumpliendo con su rutina de fisioterapia respiratoria y motora. Asimismo, los parámetros hemodinámicos y los análisis de sangre se mantienen estables, sin presencia de fiebre, aunque los médicos mantienen un pronóstico reservado.
En consideración a la estabilidad del cuadro clínico, se ha indicado que el próximo boletín médico se difundirá el sábado. Durante el día, el Santo Padre se ha dedicado a algunas actividades laborales en la mañana y en la tarde, alternando estos momentos con periodos de oración, y recibió la Eucaristía antes del almuerzo.
Para el 7 de marzo, el Vaticano informó que el Papa pasó una noche tranquila y se despertó poco después de las 8:00, lo que aporta un indicio positivo sobre su estado de salud actual.