El estado de salud del Papa Francisco continúa estable, según informó el Vaticano en su más reciente reporte médico, aunque el pronóstico sigue siendo reservado.
El Pontífice, de 87 años, no ha presentado insuficiencia respiratoria ni episodios de broncoespasmo. Además, se mantiene sin fiebre, alerta y colaborando con las terapias médicas. Como parte de su tratamiento, ha pasado a oxigenoterapia de alto flujo y ha realizado sesiones de fisioterapia respiratoria.
Durante la noche del 4 de marzo, el Santo Padre recibió ventilación mecánica no invasiva, como estaba programado, y esta mañana despertó poco después de las 8:00, tras haber descansado bien. A lo largo del día, ha alternado el reposo con momentos de oración y esta mañana recibió la Eucaristía.
El Vaticano sigue monitoreando de cerca la evolución de su salud, mientras el mundo católico permanece en oración por su recuperación.