El próximo 14 de noviembre, los Washington Commanders visitarán a los Philadelphia Eagles en un enfrentamiento crucial dentro de la NFC Este. Ambos equipos llegan al Lincoln Financial Field en contextos de alta competencia, y el resultado podría redefinir la temporada para Washington, que intentará alcanzar un impresionante récord de 8-3, su mejor inicio en 11 partidos desde 1996. Para lograrlo, los Commanders deben superar a unos Eagles sólidos, que dominan en defensa y ocupan un lugar destacado en la ofensiva terrestre.
Históricamente, los Commanders han disputado 177 partidos contra los Eagles, y aunque Washington lidera por un margen cerrado de 88-84-5, el equipo de Philadelphia ha ganado cinco de sus últimos seis encuentros en horario estelar. En la temporada pasada, los Eagles vencieron a los Commanders 34-31 en tiempo extra, pero Washington espera revertir la historia con una tercera victoria divisional, algo que no logra desde 1991.
Los Commanders han demostrado potencia en su ofensiva total, promediando 377 yardas por partido, lo que los coloca como el cuarto mejor ataque de la liga. El quarterback Jayden Daniels, con 2,147 yardas por pase y 464 por tierra, lidera una ofensiva versátil que ha encontrado en el receptor Terry McLaurin (711 yardas) y el corredor Brian Robinson Jr. (6 touchdowns) a dos de sus figuras más consistentes. En la defensa, el experimentado linebacker Bobby Wagner acumula 83 tacleadas, consolidándose como el líder en este departamento.
Por su parte, los Eagles, guiados por el QB Jalen Hurts, que suma 12 touchdowns por pase y 10 por tierra, han demostrado ser un equipo balanceado con una ofensiva terrestre que ocupa el segundo lugar en la liga con 176.1 yardas por juego. Además, su sólida defensa es la segunda mejor en la NFL en yardas permitidas, con un promedio de 274.1 por partido.
Para Washington, mantener el control del tiempo de posesión y la precisión en tercera oportunidad, donde se destacan como los quintos de la liga con un 44.72 %, será esencial. Philadelphia, en tanto, buscará aprovechar su superioridad defensiva y presión sobre el mariscal de campo, faceta en la que ambos equipos están empatados en la liga con 27 capturas cada uno.
Este enfrentamiento no solo definirá el futuro inmediato de la NFC Este, sino que también pondrá a prueba la capacidad de Washington de superar a un contendiente serio en un ambiente hostil y ante miles de aficionados de los Eagles en horario estelar.