Este fin de semana, el Diario Español «El País» ha publicado una investigación reveladora sobre un nuevo desvío de 138 millones de pesos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). La universidad está atrapada en un esquema de defraudación que involucra la compra de bonos de deuda a través de empresas fachada, casas de bolsa y fideicomisos vacíos, una estafa que tiene todas las características de un esquema Ponzi.
La investigación de «El País» revela que la UAA ya había invertido previamente 213 millones de pesos en certificados bursátiles prohibidos por las leyes mexicanas. Una nueva operación, realizada con 138 millones de pesos adicionales, desvió recursos de las pensiones de los trabajadores de la universidad. Este esquema, destapado por el periódico, incluye una red de testaferros, brokers, banqueros y servidores públicos que operan a través de fideicomisos emisores vacíos.
Según «El País», el esquema fraudulento funciona mediante la constitución de fideicomisos vacíos por compañías de papel con bancos, y la venta de bonos de deuda a instituciones públicas, prometiendo rendimientos desproporcionados. Los estafadores refinancian su deuda vendiendo el mismo modelo de emisión de deuda a otras instituciones. Un caso emblemático de este fraude fue el de Segalmex, donde se robaron 950 millones de pesos.
El Diario Español «El País» documenta que la última inversión de la UAA se realizó en abril de 2022 a través de un fideicomiso constituido entre el banco Covalto y la empresa fachada One de M3X1C0 S.A. de C.V. Estos bonos, valorados en 138,2 millones de pesos, se emitieron bajo el fideicomiso F001, pero la empresa fue declarada en quiebra en marzo de 2023, perdiendo así la universidad esos recursos.
La investigación de «El País» muestra que al menos 100 millones de pesos de esta inversión fueron aprobados por la rectora Sandra Yesenia Pinzón Castro, quien firmó la carta de compromiso de compra en marzo de 2023. La jefa del departamento de Presupuesto y Administración, Claudia Eugenia Martínez Herrera, instruyó el pago, utilizando recursos de una cuenta bancaria de la UAA denominada «Administración de pensiones y jubilaciones». La universidad asegura que estos fondos no comprometieron las pensiones de los trabajadores, argumentando una confusión en los nombres de las cuentas.
«El País» también destaca la falta de supervisión en las inversiones, señalando que One de M3X1C0 era una empresa claramente fachada, con múltiples objetos sociales y accionistas con domicilios en diferentes estados. La UAA no pudo presentar estudios de mercado que respaldaran la compra de los bonos, afirmando que estos documentos se elaboraron en la gestión del exrector Francisco Javier Avelar González.
La publicación de «El País» informa que la rectora Pinzón tomó posesión de su cargo en enero de 2023 y firmó el compromiso de adquisición de bonos en marzo. Sin embargo, One de M3X1C0 fue declarada en quiebra poco después, y la UAA no figura en la lista de acreedores a ser pagados. Ante esta situación, la universidad ha presentado denuncias ante la Fiscalía y destituido a dos funcionarios clave.
Finalmente, «El País» señala que la UAA está trabajando en la modificación de sus normativas internas para evitar futuras inversiones de riesgo y fortalecer los filtros de aprobación. La estafa Ponzi continúa afectando las finanzas públicas en México, y los responsables, René Dávila y Roberto Guzmán, han sido denunciados, con uno de ellos ya vinculado a proceso judicial.