Durante su rueda de prensa dominical, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfías Merlos, abordó las acusaciones que vinculan al exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, con presuntos actos de corrupción y su supuesta relación con la Iglesia.
Ante los cuestionamientos de los medios, el jerarca católico defendió su amistad con Aureoles, afirmando que su relación data de antes de que el perredista asumiera la gubernatura y rechazó cualquier implicación en actos irregulares. “Somos amigos, no tengo por qué negarlo. Pero las acusaciones en su contra deben demostrarse con pruebas, no con especulaciones mediáticas”, señaló.
Uno de los temas mencionados fue la supuesta entrega de vehículos a la Iglesia para su labor pastoral en comunidades apartadas. Garfías Merlos negó que estos apoyos provinieran directamente del gobierno estatal y afirmó que cualquier relación con benefactores debe evaluarse con objetividad. “Si alguien tiene pruebas, que las presente. No se puede desacreditar a las personas con rumores”, enfatizó.
El arzobispo también criticó que estas acusaciones surjan con años de diferencia, en un contexto que, a su parecer, podría tener tintes políticos. “Si hubiera algo que denunciar, debió hacerse en su momento, no ahora como parte de una estrategia mediática”, sostuvo.
Finalmente, reiteró su compromiso con el diálogo y la transparencia, dejando en claro que la Iglesia mantiene su labor al margen de intereses políticos.