Durante 2024, Michoacán de Ocampo registró una tasa bruta de defunciones de 560 por cada 100 mil habitantes, según el reporte de Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) publicado por el INEGI el 10 de noviembre de 2025. Esta cifra lo ubica entre las entidades con tasas intermedias a nivel nacional, aunque con variaciones importantes al considerar el lugar de residencia habitual de las personas fallecidas. En ese rubro, la tasa estandarizada fue de 587, mientras que la tasa bruta alcanzó los 620 decesos por cada 100 mil habitantes.
Las principales causas de muerte en Michoacán se alinean con la tendencia nacional: las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos encabezan el listado. En el caso específico de las enfermedades cardíacas, la tasa estandarizada en la entidad fue de 134.7, ligeramente por debajo del promedio nacional de 148.0. Esta categoría incluye padecimientos como las enfermedades isquémicas, que afectan el flujo sanguíneo al corazón y se presentan con mayor frecuencia a partir de los 45 años.
El informe también revela que el 89.6 % de las defunciones en el país se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, mientras que el 10.4 % correspondió a causas externas como accidentes y hechos violentos. En Michoacán, aunque no se desglosan cifras específicas por tipo de causa externa, el comportamiento general sugiere una incidencia relevante de muertes por agresiones y accidentes, especialmente entre hombres.
Respecto a la atención médica previa al fallecimiento, el documento indica que a nivel nacional el 80.1 % de las personas fallecidas recibió atención médica durante la enfermedad o lesión que condujo a la muerte. Este dato cobra relevancia en Michoacán, donde el acceso a servicios de salud presenta disparidades entre zonas urbanas y rurales, lo que podría incidir en la oportunidad de atención y en los desenlaces fatales.
El reporte del INEGI, que se nutre de más de 4,900 fuentes informantes, ofrece una radiografía de la mortalidad en el país y en cada entidad. En el caso de Michoacán, los datos permiten identificar patrones persistentes de enfermedades crónicas no transmisibles como principal causa de muerte, lo que plantea desafíos para las políticas públicas en materia de prevención, atención primaria y fortalecimiento del sistema de salud.

