En cada lanzamiento al home, se detenía el tiempo. Las miradas se alzaban al cielo y desde el dugout, los ojos de Tommy Lasorda seguían atentamente cada movimiento. En 1981, emergió un fenómeno conocido como Fernandomanía. Fernando Valenzuela, con su carisma y talento, pasó de ser un jugador desconocido a convertirse en una superestrella del deporte. Ganó sus primeros ocho juegos consecutivos, cinco de ellos por blanqueada, finalizando la temporada con un récord de 13-7 y un promedio de carreras limpias de 2.48.
En los televisores de todo el país, la gente miraba asombrada. Había nacido la Fernandomanía y los Dodgers se convirtieron en el equipo más famoso de los 80, gracias a este joven oriundo de Navojoa, Sonora. Hoy, esa misma curva mágica que deslumbró a tantos, lanzó su última bola hacia el infinito. Fernando Valenzuela, exbeisbolista mexicano y leyenda de Los Angeles Dodgers, falleció a los 63 años tras haber sido hospitalizado.
Nacido en Etchohuaquila, Navojoa, Sonora, México, el 1 de noviembre de 1960, Fernando se destacó en el béisbol internacional, jugando durante 17 temporadas en las Grandes Ligas. Desde sus inicios con los Cafeteros de Tepic en 1977, pasando por los Ángeles de Puebla en 1979 y los Leones de Yucatán, hasta su firma con los Dodgers en 1979, su trayectoria fue ascendente.
El mánager de los Dodgers, Tommy Lasorda, lo llamó al equipo principal para la temporada de 1981. Desde ese momento, comenzó a construir su legado, convirtiéndose en un ídolo y desatando una fiebre que se mantuvo viva incluso después de su retiro. Hoy, su leyenda perdura, y la Fernandomanía seguirá latiendo en los corazones de quienes lo vieron brillar.