El ambiente en el Hard Rock Stadium se tornó tenso la noche del jueves, cuando los Miami Dolphins enfrentaban a los Buffalo Bills en un partido clave. La expectativa por el enfrentamiento se desmoronó con una impactante imagen: Tua Tagovailoa, el mariscal de campo de los Dolphins, tendido en el césped tras recibir un fuerte golpe. Era el tercer cuarto y los Dolphins ya iban abajo en el marcador, 31-10.
A falta de 4:24 para finalizar el periodo, Tagovailoa intentó avanzar seis yardas, pero su carrera terminó de manera brutal. Al bajar la cabeza, impactó su brazo derecho contra el defensivo de los Bills, Damar Hamlin, cayendo de manera alarmante. En segundos, los murmullos se extendieron por el estadio cuando el mariscal de campo de 26 años intentó levantarse, sin éxito, con el brazo visiblemente contorsionado.
La escena era inquietante no solo por la gravedad del golpe, sino por el pasado de Tua. En 2022, el mariscal ya había sufrido dos conmociones cerebrales graves que lo dejaron fuera de varios partidos, incluyendo uno de postemporada. El fantasma de esas lesiones volvía a aparecer y todo el equipo, incluido el entrenador Mike McDaniel, se mostraba visiblemente preocupado.
McDaniel, que corrió al campo en cuanto vio a su jugador en el suelo, lo acompañó hasta el vestuario. Tras el partido, el entrenador expresó su preocupación, pero trató de transmitir calma. «Pensé que me preocupaba», comentó, visiblemente afectado. «No es algo de lo que quieras ser parte».
Tagovailoa no fue trasladado al hospital y se mantuvo en el vestuario, pero su estado es incierto. Las pruebas médicas previstas para el viernes podrían arrojar más luz sobre el alcance de su conmoción, aunque McDaniel dejó claro que lo más importante es la salud del jugador. «Lo último que tengo en mente es cuál es el cronograma», añadió el entrenador, subrayando que lo prioritario es el bienestar del joven quarterback.
La noche de Tagovailoa terminó de manera discreta, con una estadística de 145 yardas por pase, un touchdown y tres intercepciones. Fue reemplazado por Skylar Thompson, quien poco pudo hacer para cambiar el destino del partido.
La situación deja un sabor agridulce para los Dolphins. Después de una temporada 2023 brillante, en la que Tagovailoa había demostrado gran madurez y había logrado su mejor desempeño al guiar al equipo a una segunda postemporada consecutiva, la incertidumbre sobre su salud vuelve a empañar el futuro del equipo.
El impacto del contrato multimillonario que firmó durante la temporada baja de 2024, por cuatro años y $212.4 millones, palidece ante la posibilidad de que su carrera pueda verse comprometida nuevamente por una lesión en la cabeza. Mientras tanto, la afición y el equipo aguardan con ansiedad, esperando que la situación no sea tan grave como parece.
El Hard Rock Stadium, testigo de tantas victorias, quedó en silencio mientras el futuro de uno de los jugadores más importantes de la franquicia se llenaba de dudas.