De acuerdo a la cláusula 52 del Contrato Colectivo de Trabajo del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), las plazas de nueva creación vacantes y suplencias serán cubiertas por personas propuestas del sindicato, comprometiéndose la institución a comunicar al sindicato cuando de las referidas plazas se traten inmediatamente de creadas estas o de que se queden vacantes, a fin de que se proceda a realizar las propuestas necesarias disponiendo de cinco días hábiles para cumplir con lo propuesto y en caso de omisión la institución ejercerá su derecho.
Hasta el momento, informó el líder del SUEUM, Eduardo Tena Flores el sindicato no ha sido notificado sobre el personal administrativo que laborará en el campus Zamora, mismo del que, la rectora Yarabí Ávila González y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, anunciaron su apertura en agosto.
Es en este sentido que el dirigente sindical reiteró la falta de comunicación y respeto al CCT por parte de autoridades universitarias, ya que la misma cláusula establece que cuando la universidad contrate trabajadores contraviniendo el procedimiento establecido será responsable de los créditos laborales que resulten a favor de tales trabajadores indebidamente contratados con independencia de que el sindicato solicite la separación laboral de estos.
En la misma cláusula se señala también que está prohibido utilizar trabajadores meritorios.
Tena Flores lamentó que el CCT continúe siendo violentado por las autoridades universitarias y sólo busquen su beneficio propio.
Ejemplo de ello, agregó, es la alianza que la rectora asignó con su ex compañero y amigo Dante Eludir Vargas, presidente Axen Capital, empresa financiera investigada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, debido a múltiples denuncias por el delito de fraude, originado por la creación de una criptomoneda que carecía de sustento económico y legal.
«La rectora ha colocado el recurso nicolaita en manos de estos ladrones que serán los encargados de la construcción de una alberca olímpica, para la exclusiva élite universitaria, pero jamás para beneficio de la comunidad, como sucede con el gimnasio de usos múltiples. Como todos sabemos, la alberquita tendrá un costo inicial de 60 millones de pesos; cantidad que será quintuplicada al término de la magna obra, que formará parte del catálogo de elefantes blancos de la Universidad, sin considerar además el daño ecológico que representa en estos momentos de sequía un inmueble de este tipo», expresó.
Ante ello insistió en que el humanismo de la actual administración nicolaitas de nueva cuenta se diluye y continúa al no ser una administración que mantenga una comunicación e interacción real con sus empleados universitarios.