Los Raiders de Las Vegas han tomado medidas drásticas luego de un inicio de temporada decepcionante, marcando un récord de 2-7. La directiva del equipo anunció la destitución del coordinador ofensivo Luke Getsy, junto con el entrenador de mariscales de campo Rich Scangarello y el entrenador de línea ofensiva James Cregg, en un intento de reestructurar la ofensiva tras la derrota del domingo por 41-24 ante los Cincinnati Bengals.
El entrenador en jefe, Antonio Pierce, tomó la decisión tras la racha de cinco derrotas consecutivas y la baja producción de su ofensiva, la cual ha registrado algunos de los peores indicadores de la NFL. Bajo la dirección de Getsy, el equipo se ubica en el último lugar en pérdidas de balón (19) y yardas terrestres por juego (76.9), así como en la penúltima posición de la liga en yardas totales por juego (280.2). Estos números reflejan una ofensiva incapaz de superar los 20 puntos en seis de sus nueve partidos.
A lo largo de la temporada, los Raiders han enfrentado dificultades con sus mariscales de campo. Gardner Minshew, inicialmente titular, fue enviado a la banca en favor del novato Aidan O’Connell, quien tampoco logró darle la vuelta a la situación y acabó lesionado. Minshew regresó al campo, pero fue nuevamente sustituido en la última derrota, esta vez por Desmond Ridder, en un claro intento por encontrar estabilidad en la posición de quarterback. Aun así, la ofensiva sigue sin responder, con Minshew y O’Connell entre los peores índices de pasador de la liga (80.2 y 76.0, respectivamente).
La salida de Getsy se suma a un año turbulento para el coordinador, quien ya había sido despedido de los Chicago Bears en enero antes de ser contratado por Las Vegas. Ahora, con la semana de descanso, los Raiders consideran la posibilidad de que Scott Turner, actual coordinador del juego aéreo, asuma el cargo interino, preparando la ofensiva para el próximo encuentro contra los Miami Dolphins el 17 de noviembre.
La temporada no ha sido menos complicada en el lado defensivo, donde el equipo de Pierce ha permitido más de 30 puntos en cuatro ocasiones, incluyendo los 41 puntos encajados el domingo, el más alto de la temporada. Con una ofensiva en crisis y una defensa vulnerable, el equipo plateado y negro enfrenta un panorama sombrío mientras se esfuerza por redirigir el rumbo antes de que la temporada se les escape de las manos.