Desde hace más de 20 días, la clínica 75 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelia enfrenta una escasez de insulina, afectando a numerosos pacientes con diabetes que dependen de este medicamento para su tratamiento diario. Esta situación ha generado preocupación entre los derechohabientes, quienes no han recibido una respuesta efectiva por parte del delegado del IMSS en la región.
La falta de insulina en la clínica obliga a los pacientes a buscar alternativas en el mercado privado, donde los costos son elevados. Por ejemplo, una ampolleta de insulina NPH de 100 UI/mL puede costar alrededor de $1,194 en farmacias privadas. Este gasto representa una carga económica significativa para muchas familias, especialmente cuando el suministro gratuito del IMSS no está disponible.
La interrupción en el suministro de insulina no es un caso aislado. En otras regiones del país, se han reportado problemas similares. Por ejemplo, en clínicas del Valle de México, derechohabientes han denunciado la falta de insulina durante más de dos meses. Además, madres de pacientes con diabetes tipo 1 han señalado la ausencia de insulina lispro en el IMSS durante aproximadamente tres meses.
La ausencia prolongada de insulina puede tener consecuencias graves para la salud de los pacientes, incluyendo complicaciones agudas y crónicas asociadas a la diabetes mal controlada. Es fundamental que las autoridades del IMSS, especialmente el delegado responsable, tomen medidas inmediatas para restablecer el suministro de este medicamento esencial y garantizar la continuidad del tratamiento de los derechohabientes afectados.
La comunidad afectada espera una pronta solución a esta problemática y una comunicación transparente por parte de las autoridades del IMSS sobre las acciones que se implementarán para evitar futuras interrupciones en el suministro de insulina.