En un esfuerzo conjunto por promover la justicia y el cuidado del medio ambiente, varios obispos de la provincia de Morelia dieron a conocer el “Manifiesto por la Casa Común”, inspirado en las palabras del Papa Francisco: «Dios quiere que reine la justicia, la cual es esencial para nuestra vida como hijos creados a la imagen de Dios».
Mons. Cristóbal Ascencio García, Obispo de Apatzingán; Mons. Armando Antonio Ortíz Aguirre, Obispo de Ciudad Lázaro Cárdenas; Mons. Juan Carlos Arq Guzmán, Obispo de Tacámbaro; Mons. Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora; y Mons. Francisco Figueroa Cervantes, Obispo Auxiliar de Zamora, se unieron para expresar su profunda preocupación por el daño causado al planeta debido a los deseos ilimitados y el consumismo desmedido que han impactado negativamente a la naturaleza y a las personas.
Los obispos manifestaron su pesar por la destrucción de bosques, cuencas, manantiales, animales y la salud de miles de pobladores en la región debido a actos irresponsables. También señalaron la prolongada indiferencia y el insuficiente compromiso de diversos actores de la sociedad que poseen los medios para mitigar estos daños pero no han promovido adecuadamente el cuidado y la responsabilidad hacia la Casa Común.
El manifiesto reconoce los esfuerzos de autoridades, asociaciones, colectivos y personas de buena voluntad que han trabajado arduamente por varios años en la protección del territorio michoacano. Estos esfuerzos son vistos como signos de esperanza y cambio. Los obispos llamaron a la Iglesia y a la comunidad a unirse a este caudal de buenas prácticas, promoviendo la educación para construir nuevos hábitos y una nueva afectividad ambiental basada en el respeto y compromiso con el entorno.
El documento identifica cinco desafíos ecológicos urgentes:
Crisis hídrica: Políticas públicas deficientes para el cuidado, acceso y saneamiento del agua.
Cambio de uso de suelo: Expansión irregular de monocultivos.
Ausencia de justicia ambiental: Ineficiencia en políticas y organismos de vigilancia, y la necesidad de leyes que garanticen el derecho a un medio ambiente adecuado.
Consumismo rapaz: Irresponsabilidad en el sistema económico lineal y falta de consideración por la huella ecológica.
Pérdida de biodiversidad: Calentamiento global y degradación de ecosistemas, riesgo de extinción de especies y contaminación del suelo.
Los obispos destacaron la importancia de trabajar colectivamente para construir una agenda ambiental y heredar a las próximas generaciones un mundo habitable y saludable. Instaron a la comunidad a ser más agradecida, consciente y responsable con la Casa Común, resaltando que, como huéspedes de este planeta, debemos cuidar y preservar el lugar que recibimos.