“¡No lo pospongas!”: Papa León XIV llama a los jóvenes a responder con entusiasmo al llamado de Dios

by Enlace Noticias

Por Héctor Rafael Tena Alvarado / Enlace Noticias 24

Ciudad del Vaticano, 4 de junio de 2025.— Con una enérgica exhortación a no postergar las decisiones fundamentales de la vida, el Papa León XIV pidió hoy a los jóvenes del mundo responder con valentía y entusiasmo al llamado de Dios. Durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, ante más de 35 mil fieles, el Pontífice reflexionó sobre la parábola de los obreros de la viña y aseguró que, aún cuando el mundo parezca no valorar nuestra existencia, “Dios sí lo hace, porque conoce nuestra dignidad”.

“¡No esperen! Arremángate, porque el Señor es generoso y no te decepcionará”, dijo el Papa, dirigiéndose de forma directa a la juventud. “Trabajando en su viña, encontrarás la respuesta a esa pregunta profunda que llevas dentro: ¿qué sentido tiene mi vida?”

En su catequesis, parte del ciclo titulado “Jesucristo, nuestra esperanza”, León XIV describió la parábola como “un relato que alimenta nuestra esperanza” y que muestra a un Dios que sale repetidamente en busca de trabajadores, no para explotarlos, sino para darles dignidad, sentido y una vida plena.

“El mercado también hoy es lugar donde se compra y se vende afecto, donde se mide la valía de las personas por su utilidad. Pero Dios actúa distinto: sale a buscarnos personalmente, cree en nosotros incluso cuando ya hemos perdido la esperanza”, afirmó.

Dignidad por encima de méritos

El Papa subrayó que la parábola muestra cómo el dueño de la viña —figura de Dios— paga el mismo jornal a todos los obreros, sin importar la hora en que se incorporaron. “No establece clasificaciones. Él se da enteramente a quien le abre el corazón”, dijo, al recordar que el Reino de Dios es para todos por igual.

León XIV también respondió a posibles objeciones con las palabras de San Agustín: “¿Por qué tardas en seguir a quien te llama, cuando estás seguro de la recompensa, pero incierto del día? Cuida de no privarte, por tu dilación, de lo que Él te dará según su promesa”.

Una fe que no caduca

En tiempos de incertidumbre, desánimo y soledad, el Pontífice recordó que el llamado de Dios no es una exigencia, sino una invitación esperanzadora. “Aun en los momentos oscuros, cuando el tiempo pasa sin respuestas, no te desanimes: el Señor vendrá pronto”, concluyó.

Con su característico tono cercano, el Papa renovó así el mensaje central de su pontificado: que la esperanza cristiana no es pasiva ni ingenua, sino una fuerza activa que impulsa a construir una vida con sentido desde hoy y no mañana.

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