La defensa de los Washington Commanders ha dado un salto importante en las últimas semanas, reflejando un progreso sostenido que podría marcar la diferencia en la segunda mitad de la temporada. El entrenador Dan Quinn, quien entregó el balón de la victoria a Noah Brown tras el emocionante triunfo 18-15 sobre los Chicago Bears, destacó el papel esencial de su defensa en un momento donde cada partido cuenta. A pesar de ciertos retos en los primeros encuentros, la unidad defensiva ha logrado reducir significativamente la cantidad de puntos permitidos y su índice de yardas cedidas, ubicándose en posiciones mucho más competitivas en el ranking de la NFL.
Desde el difícil partido contra los Tampa Bay Buccaneers en la segunda semana de la temporada, donde permitieron 37 puntos, los Commanders han mantenido a cinco de sus últimos siete rivales por debajo de los 20 puntos. Este avance se debe, en gran medida, a una mejora en la comunicación dentro de la defensa. Joe Whitt Jr., coordinador defensivo, enfatizó que en las primeras semanas las fallas de comunicación fueron constantes, derivando en errores y oportunidades claras para los rivales, como el descuido que permitió una ganancia de 38 yardas al ala cerrada de los Ravens, Mark Andrews. Desde entonces, Whitt y el cuerpo técnico han priorizado la claridad en el mensaje, y los jugadores se han enfocado en alinear correctamente cada indicación, lo cual se ha reflejado en el campo.
Parte del éxito reciente se debe a la intensa presión que la defensa de los Commanders ha logrado ejercer sobre los mariscales de campo rivales. Con 14 capturas en los últimos cuatro partidos, la línea defensiva se ha consolidado como una de las mejores en generar presión en la NFL. Whitt ha trabajado en colocar a cada jugador en posiciones donde puedan explotar al máximo sus habilidades, permitiéndoles anticiparse mejor y ganar terreno en momentos críticos. Esta estrategia ha convertido la defensa en una barrera más efectiva, capaz de frenar el ataque aéreo de equipos como los Bears y los Panthers, que solo consiguieron 190 yardas aéreas combinadas en los enfrentamientos recientes.
A pesar del optimismo, Whitt no oculta su inconformidad por ciertas decisiones en el último cuarto del partido ante los Bears, como la jugada que permitió un touchdown y una conversión de dos puntos para Chicago, lo que casi les costó el encuentro. El coordinador señaló que, aunque su decisión fue “segura”, no fue la ideal y planea corregir este tipo de estrategias en la segunda mitad de la temporada. Con cinco de sus próximos nueve encuentros contra rivales de división, los Commanders necesitan mantener y, si es posible, elevar el nivel de su defensa para aspirar a un lugar en los playoffs.
Para Whitt y Quinn, la clave está en seguir perfeccionando la ejecución y consolidar la comunicación, como quedó claro en las palabras del propio Quinn: “Hemos mejorado, pero todavía hay mucho por lograr. Esta defensa aún puede alcanzar un nivel superior.” Los Commanders, fortalecidos por su éxito reciente, buscarán ratificar estos avances ante los New York Giants en una revancha divisional que promete ser decisiva para el destino de la temporada.