En una intensa batalla que se definió en tiempo extra, los Kansas City Chiefs se impusieron 30-24 a los Tampa Bay Buccaneers en una lluviosa noche en el Arrowhead Stadium. A pesar de los esfuerzos del equipo visitante por romper la racha de invictos de los Chiefs en la temporada, una serie de 70 yardas comandada por el mariscal de campo Patrick Mahomes les dio la victoria.
El duelo entre los equipos fue un tira y afloja constante. Los Buccaneers lograron igualar el marcador en los últimos segundos del tiempo reglamentario gracias a un pase de anotación de una yarda de Baker Mayfield a Ryan Miller, pero el equipo de Tampa Bay no tuvo suerte en el sorteo para el tiempo extra, lo que permitió que Mahomes y los Chiefs tomaran la ofensiva primero y aseguraran la victoria sin que Mayfield tocara nuevamente el balón.
En el desarrollo del juego, Tampa Bay mostró una sólida defensa, logrando capturar a Mahomes en cuatro ocasiones y mantener a raya a la segunda mejor ofensiva terrestre de la NFL. Sin embargo, la destreza de Mahomes, quien terminó con 291 yardas y tres touchdowns, fue decisiva. Destacó la participación del veterano ala cerrada Travis Kelce, quien atrapó 14 pases para un total de 100 yardas, mientras que el receptor recién adquirido DeAndre Hopkins contribuyó con dos anotaciones, cimentando su impacto en el equipo.
Todd Bowles, entrenador en jefe de los Buccaneers, admitió que su equipo optó por evitar un intento de conversión de dos puntos al final del tiempo reglamentario debido a las condiciones del campo. «Queríamos ir a la prórroga. Tuvimos nuestras oportunidades, pero ellos hicieron más jugadas importantes,» comentó Bowles. «Es una derrota difícil, pero no podemos acostumbrarnos a perder».
Baker Mayfield completó 23 de 31 pases para 200 yardas y dos touchdowns, sin lanzar ninguna intercepción, lo que se tradujo en un índice de pasador de 112.3. La ofensiva de Tampa Bay también destacó por una estrategia equilibrada que logró 95 yardas por tierra contra una defensiva de los Chiefs que generalmente impone su dominio en el terreno de juego.
Con este resultado, los Buccaneers sumaron su tercera derrota consecutiva y quedaron con un récord de 4-5, mientras que los Atlanta Falcons tomaron ventaja en la División Sur de la NFC, dejando a Tampa Bay dos juegos atrás y con un complicado panorama de cara a las próximas semanas.
Esta derrota también marca la primera de Tampa Bay en Kansas City desde 1986, destacando la dificultad que el Arrowhead Stadium supone para los equipos visitantes.