El papa León XIV sostuvo este jueves un encuentro con cerca de 250 representantes de asociaciones y movimientos que integran la iniciativa Arena de la Paz, con quienes dialogó sobre el papel de la no violencia y la necesidad de traducir el compromiso por la paz a nivel institucional.
Durante la audiencia realizada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Pontífice centró su mensaje en la urgencia de que el principio del “nosotros” se refleje en las estructuras políticas, económicas, educativas y sociales. El llamado se dirigió particularmente a las instituciones, a las que exhortó a cooperar en la construcción de una cultura de paz de forma activa y constante.
León XIV destacó que el camino hacia la paz no puede limitarse a acciones individuales o emocionales, sino que debe sustentarse en procesos comunitarios y formativos. Subrayó que este esfuerzo requiere un trabajo prolongado y estructural, en contraste con una época marcada por la inmediatez.
Uno de los ejes del discurso fue el papel de las víctimas como actores centrales en los procesos de reconciliación. El Papa citó ejemplos como el de Maoz Inon, ciudadano israelí que perdió a sus padres en un ataque de Hamás, y Aziz Sarah, palestino cuyo hermano fue asesinado por fuerzas israelíes. Ambos, presentes en el encuentro, se han convertido en promotores del diálogo y la colaboración.
El Pontífice reiteró que la no violencia debe entenderse no sólo como una estrategia, sino como un estilo de vida que oriente decisiones y relaciones. “La paz auténtica se construye reconociendo y atravesando las diferencias, no eliminándolas”, señaló.
El Papa también advirtió sobre el nivel actual de violencia en el mundo y expresó que los jóvenes necesitan experiencias que los formen en la cultura del respeto, el diálogo y la vida. En este contexto, calificó como relevante el trabajo de los movimientos sociales que promueven iniciativas desde el ámbito local y comunitario.
El encuentro se inscribe en el seguimiento a la jornada de paz celebrada en Verona en 2024, impulsada por organizaciones como la diócesis de esa ciudad, la Fundación Nigrizia, los padres combonianos y medios como Avvenire y Aggiornamenti Sociali.
Finalmente, León XIV apeló a que la fraternidad —tema central en su encíclica Fratelli tutti— sea comprendida como una tarea colectiva y persistente, respaldada por estructuras formales y sostenida desde la esperanza en la transformación social.