En el mensaje dirigido al obispo Nicolò Anselmi con motivo de la 46ª edición del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, el papa León XIV instó a las comunidades religiosas y a la sociedad civil a asumir una postura profética frente a los desafíos contemporáneos, especialmente en contextos donde el diálogo y la mediación no prevalecen en las decisiones de los Estados y organismos internacionales.
El mensaje, firmado por el cardenal Pietro Parolin, plantea que el servicio a Dios exige abandonar la “idolatría del beneficio”, señalada como una causa estructural que ha comprometido la justicia, la equidad y la paz. En su lugar, el pontífice propone traducir el Evangelio en modelos de desarrollo alternativos, orientados a la sostenibilidad y la inclusión.
El texto se enmarca en el tema del encuentro promovido por Comunión y Liberación, “En los lugares desiertos construiremos con ladrillos nuevos”, y propone que esos “ladrillos” sean los diálogos entre creyentes de distintas confesiones, sensibilidades y también con no creyentes. León XIV subraya que el cristianismo no puede tolerar la desertificación del mundo, ni contribuir a ella mediante una fe desvinculada de la realidad social.
El mensaje también retoma elementos de la doctrina social de la Iglesia, como la “opción por los pobres” de la exhortación Evangelii Gaudium y los llamados a la inclusión de Fratelli tutti. En ese sentido, se destaca la necesidad de incorporar las voces de quienes han sido históricamente marginados: migrantes, víctimas de violencia, operadores de paz, jóvenes, ancianos y comunidades desplazadas.
León XIV exhorta a las comunidades eclesiales a convertirse en “casas de paz”, mediante prácticas concretas de justicia, acogida y educación en la no violencia. También advierte sobre los riesgos de la revolución digital, que puede profundizar desigualdades si no se vive con creatividad y responsabilidad.
El mensaje concluye con una invocación a la Virgen María como guía espiritual del compromiso colectivo, y con un llamado a que los participantes del encuentro actúen en comunión con sus comunidades y pastores, en sintonía con el Espíritu Santo.
La intervención papal se inscribe en una línea discursiva que busca articular la fe con la transformación cultural y social, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, desigualdad estructural y crisis ambiental. El mensaje será parte de las reflexiones que se desarrollarán del 22 al 27 de agosto en la Feria de Rímini.

