En esta Temporada de Cuaresma en la que incrementa el consumo de pescados y mariscos, la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), exhorta a la población a solo adquirir productos refrigerados o que se expendan encima de camas de hielo, pues es la única manera de evitar que se encuentren en estado de descomposición.
En el caso de los pescados, se debe elegir sólo aquellos que tengan ojos húmedos, brillantes y cristalinos; piel firme y brillosa, escamas bien adheridas y olor fresco y a mar. Se debe rechazar el pescado cuando los ojos estén opacos, grisáceos, hundidos o secos; tenga olor desagradable, la piel esté flácida, las escamas se desprendan fácilmente y las agallas se encuentren oscuras, viscosas o verdosas.
Si el pescado o los productos de mar se compran congelados, se debe evitar descongelarlos a temperatura ambiente, puesto que al hacerlo se permite el desarrollo de bacterias en la carne que después cocinamos ya contaminada. Para descongelarlos es preferible: llevarlos del congelador al refrigerador, cocinarlos directamente, colocarlos directamente en el chorro de agua sin que ésta se estanque o utilizar microondas.
Es importante saber que cuando los productos se descongelan ya no se deben volver a congelar dado que pueden contar con microorganismos generados por falta de higiene durante la manipulación, venta y almacenamiento de los productos, y pasa lo mismo cuando los pescados no son refrigerados o congelados.