Este martes 3 de junio dio inicio el XXVI Encuentro Nacional de Vicarios de Pastoral y Secretarios de Comisiones y Dimensiones Episcopales en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con la participación de más de cien representantes eclesiales de todo el país. El encuentro se extenderá hasta el 5 de junio y tiene como eje la reflexión sobre los desafíos pastorales actuales y el fortalecimiento de la misión evangelizadora.
En el acto de apertura, Mons. Ramón Castro Castro, presidente de la CEM, destacó que el momento actual plantea exigencias importantes tanto a nivel eclesial como social. En este contexto, convocó a los participantes a asumir el trabajo pastoral como un ejercicio sinodal que responda a los desafíos contemporáneos con una base teológica sólida, unidad apostólica y discernimiento compartido.
Durante el evento, se subrayó que este encuentro es uno de los dos espacios anuales de trabajo donde convergen Vicarios de Pastoral y Secretarios de las distintas comisiones y dimensiones episcopales, con el objetivo de coordinar acciones e integrar la pastoral nacional en torno a una misión común. Actualmente, la estructura pastoral de la CEM está conformada por ocho comisiones episcopales y 39 dimensiones pastorales.
En palabras de Mons. Héctor Mario Pérez Villareal, secretario general de la CEM, el trabajo que se realiza desde estas instancias busca fortalecer la comunión entre diócesis, acompañar procesos territoriales y ofrecer subsidios y orientaciones pastorales. Recalcó que el objetivo del presente trienio fue aprobado en asamblea plenaria y tiene como líneas prioritarias la atención a la familia en el contexto de transformación cultural, y la construcción de reconciliación y paz.
El primer día de actividades concluyó con una misa en la Capilla de Casa Lago, presidida por Mons. Castro. En la ceremonia participaron obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. También se dedicó un espacio al diálogo entre los asistentes para compartir experiencias locales y conocer el funcionamiento de cada comisión y dimensión.
El encuentro se celebra en un contexto litúrgico cercano a Pentecostés, lo cual, según los organizadores, busca inspirar una mayor apertura a la acción del Espíritu en el trabajo eclesial. Las conclusiones y compromisos derivados de estas jornadas se incorporarán a los procesos pastorales nacionales que impulsa la CEM en coordinación con las diócesis del país.