Espada del Augurio…La Regresión en la Regulación de Apps de Reparto

by Enlace Noticias

Pedro Hugo Montero

Desde junio de 2024, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) reveló cifras alarmantes: 64.7 millones de mexicanos carecen de acceso a la seguridad social. A pesar de esto, el 38.3% de la población se reporta afiliada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mientras que un 13.1% tenía acceso al ahora extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), considerado fallido y corrupto. Estos datos nos llevan a cuestionar: ¿Realmente a los mexicanos les interesa la seguridad social?

La administración de Claudia Sheinbaum, consciente de esta necesidad, intenta abordar lo que se presenta como un problema estructural. Sin embargo, es crucial notar que esta reforma afectará de manera desproporcionada a los trabajadores de apps de reparto, un sector ya vulnerable.

En su conferencia de prensa del 16 de octubre, poco vista por el público, el Secretario del Trabajo, Marath Bolaños López, enfatizó la necesidad de claridad en las reglas laborales para los trabajadores de plataformas digitales. Según él, la reforma promete un registro de contrato ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, así como protección social que incluiría seguros de salud, pensiones y créditos del Infonavit para aquellos que generen más de un salario mínimo. Pero, como dice el refrán: «prometer no empobrece, dar es lo que aniquila.»

La propuesta, que suena atractiva en papel, ignora las consecuencias a largo plazo en el empleo y la economía digital. En un mundo competitivo, donde México busca atraer inversiones tecnológicas, una regulación excesivamente restrictiva podría resultar fatal para la viabilidad de estas plataformas. Los trabajadores temen que el costo del servicio se incremente, lo que resultaría en menos pedidos y, por ende, menores ingresos.

Además, es vital recordar el proverbio: «ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir.» Esta advertencia resuena con fuerza en el contexto actual. Las mujeres, que representan cerca del 20% de los trabajadores de plataformas digitales, serían las más afectadas. El 93% de ellas trabaja menos de 40 horas a la semana; una regulación más rígida podría forzarlas a abandonar sus fuentes de ingreso.

Las repercusiones no solo se limitarían a los repartidores. Aproximadamente 75,000 restaurantes, supermercados y otros comercios enfrentarían pérdidas significativas, con un descalabro estimado en 1,200 millones de pesos al mes. Ciudades enteras podrían quedar sin servicios de aplicaciones como Sin Delantal, Uber, Rappi o Didi, lo que perjudicaría a la competencia y afectaría la recaudación del SAT.

Saúl Gómez, de la organización Repartidores Unidos de México, subrayó que la iniciativa no solo incrementará tarifas, sino que también reducirá la demanda y podría llevar a la salida de aplicaciones de entrega en varias ciudades. Desde 2019, este gremio ya paga 8% de IVA y 8% de ISR, además de retenciones semanales por parte del SAT, temas que rara vez se discuten en las propuestas regulatorias.
¿De dónde surge la idea de otorgar seguridad social a estos trabajadores? Si se puede acceder a este beneficio por menos de 1,200 pesos al mes que son deducibles de impuestos, ¿por qué imponer un modelo que podría desestabilizar su fuente de ingresos?

Finalmente, tal como menciona James Clear en su libro “Hábitos Atómicos”, «te mienten con la verdad.» Esta frase nos recuerda cómo interpretamos datos que, aunque puedan parecer verídicos, en realidad pueden distorsionar la percepción de nuestra realidad.

La regulación que se avecina promete mucho, pero es necesario que el gobierno considere sus implicaciones. No se puede olvidar que en su búsqueda por mejorar las condiciones laborales, no se debe sacrificar la flexibilidad y viabilidad de un sector que es vital para la economía actual. A los afectados les recuerdo que el problema se agravó por seguir la lógica del dogma cuatroteísta, de rencor y venganza entre la lucha de clases y les den todos sus derechos sin obligaciones, yo podría decirles, “Disfruten lo votado” y mejor les digo, acuérdense quien les mintió con la verdad en esta Autocracia.

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