Por:Pedro Hugo Montero
El pasado 11 de diciembre en El Economista, el caricaturista Chavo del Toro, publicó una ilustración que hace referencia a Alicia Bárcena y el escándalo relacionado con una boda celebrada en el Museo Nacional de Arte (Munal). En el dibujo se le observa con expresión seria y algo abatida, usando gafas, un vestido negro desgastado y una bufanda roja. Lleva un gorro de fiesta y sostiene una botella en una mano mientras en la otra parece sujetar un objeto decorativo con confeti alrededor de sus pies. Tipo espanta suegras. El texto incluye las frases:
«¡No autoricé, es más, ni supe de la boda en el Munal!!!», que indica su aparente desconocimiento o deslinde de responsabilidades respecto al evento. (aunque hay fotos que demuestran que sí estuvo presente) «¿Y el confeti en los chones?«, como una burla sarcástica aludir a la fiesta o al escándalo. El título de la caricatura es «Alicia en el País de las Maravillas«, destacando con humor irónico la incredulidad o sorpresa por la situación. Se insistió en negar lo evidente.
La reciente boda de Martín Borrego López en el Museo Nacional de Arte (MUNAL), realizada bajo el pretexto de un evento diplomático, ha desatado una tormenta política que rebasa lo anecdótico. Este episodio no solo expone una falta de coherencia entre el discurso de austeridad de la Cuarta Transformación (4T) y las acciones de algunos de sus integrantes, sino también abre una puerta hacia una crítica estructural del uso de recursos públicos en beneficio privado.
Al parecer no estuvo enterado de la frase «No somos iguales a los del PRIAN» que fue ampliamente utilizada por el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde antes de asumir la presidencia en 2018. En ella sintetiza su narrativa de distinción entre su movimiento político, la Cuarta Transformación (4T), y los partidos tradicionales que gobernaron el país durante décadas, como el PRI y el PAN, a los que acusa de corrupción, privilegios y de haber consolidado un sistema político y económico que perjudicó a las mayorías. En redes sociales, la acompañan con el corolario, ¡¡¡No Son Iguales, Son Peores!!!
Martín Borrego, exjefe de la oficina de la actual secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, logró que uno de los recintos culturales más emblemáticos del país se convirtiera en el escenario de su boda, utilizando su posición y recursos institucionales para camuflar el festejo como un acto oficial. Si bien Borrego renunció tras el escándalo, las preguntas persisten: ¿qué tan extendido está este tipo de abuso dentro de la administración? Y, más aún, ¿es suficiente una renuncia para restaurar la confianza pública?
Las denuncias van más allá de Borrego. En reportes periodísticos recientes se han señalado otros casos, como el de Publio Rivera Rivas, que también está en la Semarnat, quien presuntamente utilizó viajes oficiales para fines personales, llevando incluso a su pareja en misión «diplomática» a costa del erario. Además, se le acusa de nepotismo y de crear un ambiente laboral hostil durante su gestión en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Todo esto bajo la sombra de la gestión de Alicia Bárcena, quien ha sido criticada tanto por su silencio como por su posible conocimiento de estos hechos. ¿Qué pasará con los subordinados de Publio y los que dejó Borrego?
El contexto no es menor. En un gobierno que ha hecho de la austeridad republicana su bandera, estas prácticas representan una traición a los principios que le dieron legitimidad. Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, y otros expertos en combate a la corrupción han insistido en que casos como el de Borrego y Rivera no deben quedar en sanciones simbólicas. Hace falta una investigación a fondo que establezca responsabilidades concretas y sanciones ejemplares.
Además, estas conductas también revelan un patrón de desconexión entre los ideales del expresidente López Obrador y la práctica cotidiana de algunos de sus colaboradores. Como apuntó Jorge Zepeda Patterson, incidentes como éste alimentan las críticas opositoras y erosionan la confianza en la administración. No se trata solo de un escándalo mediático, sino de una amenaza al proyecto de regeneración política que el gobierno prometió.
El caso también plantea preguntas sobre la ética de quienes ocupan puestos de poder. La renuncia de Borrego puede interpretarse como una medida desesperada para contener el daño, pero, ¿dónde quedan los principios de no mentir, no robar y no traicionar? El silencio de Alicia Bárcena también resulta preocupante, pues refuerza la percepción de impunidad y encubrimiento.
Este escándalo es un recordatorio de que el poder debe ejercerse con responsabilidad. Las instituciones culturales y los recursos públicos no son juguetes para los privilegios personales de los funcionarios. Más allá de las renuncias, es urgente reconstruir la credibilidad mediante investigaciones imparciales y sanciones claras. La austeridad no puede ser un eslogan vacío; debe reflejarse en cada acción de gobierno.
La boda en el MUNAL simboliza algo más grande: un funeral para los ideales de honestidad y transparencia que alguna vez prometieron cambiar a México. El reto ahora es demostrar que este funeral no sea también el de la confianza ciudadana.
Bárcena sabía de la boda, asistió y celebró a sabiendas de que era un uso privado de un espacio público bajo la fachada de un acto oficial, entonces se le cuestiona por la contradicción entre los principios de austeridad y honestidad promovidos públicamente y las acciones privadas.
Este como otros casos se han expuesto anteriormente, las críticas irán centrándose en la polémica de las élites políticas, las relaciones entre poderosos grupos y las contradicciones entre las promesas de transformación social y las prácticas concretas de quienes están en el poder. En síntesis, ¿Habrá otras bodas o eventos sociales disfrazados de eventos diplomáticos en museos? Se rumora que Andrés Manuel López Beltrán, ha usado el Castillo de Chapultepec para agasajar a sus íntimos socios políticos y de negocios. ¿Qué nos espera en 2030 con su eventual candidatura presidencial?, sino es que se adelanta bajo la revocación de mandato a Sheinbaum.