Por: Pedro Hugo Montero
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), creado en 1972 como una herramienta clave para garantizar el acceso a la vivienda digna, enfrenta un momento crucial ante las reformas impulsadas por el gobierno federal. Aunque estas modificaciones prometen mejorar el acceso a vivienda, han desatado una fuerte polémica por sus implicaciones en la transparencia, la gestión de recursos y los derechos de los trabajadores.
Aspectos Clave de la Reforma
- Centralización del Poder: La reforma elimina el modelo tripartito que desde su creación ha definido al Infonavit, reduciendo la participación de trabajadores y empresarios en la toma de decisiones. Esto otorga al director general un control amplio sobre los recursos y las decisiones estratégicas, lo que ha generado preocupación por un uso discrecional y la falta de contrapesos.
- Uso de Fondos de Vivienda: Los rendimientos de la Subcuenta de Vivienda serán utilizados para construir casas a través de una filial del Infonavit, que no estará sujeta a las normativas de entidades públicas. Esta estructura dificulta la supervisión y aumenta los riesgos de opacidad, según críticas recogidas por medios como Reforma y El Universal.
- Retorno a la Construcción y Nuevas Funciones: La reforma busca que el Infonavit retome la construcción de viviendas y ofrezca esquemas de arrendamiento. Sin embargo, expertos han señalado que la actual administración carece de experiencia para gestionar proyectos de esta magnitud de forma eficiente.
Críticas y Preocupaciones
Analistas como Sergio Sarmiento de Reforma y Salvador García Soto de El Universal advierten que la reforma compromete los ahorros de los trabajadores al facilitar un manejo opaco de los recursos mediante la nueva filial. Además, el contexto político agrava las inquietudes, ya que el INAI, órgano clave para la transparencia, ha sido desmantelado.
Historial Cuestionable de Gestión:
El director del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, ha sido objeto de críticas debido a su desempeño previo en Pemex, donde dejó un legado de deudas y desorden financiero, como señala Darío Celis en El Heraldo de México. Cartones de caricaturistas como Calderón en Reforma, Xolo en 24 Horas, y Alarcón en El Heraldo de México han ilustrado los riesgos inherentes a la iniciativa.
Concentración de Poder:
La desaparición del modelo tripartito debilita la representación de trabajadores y empresarios, otorgando al gobierno un control casi absoluto sobre los recursos del instituto. Este cambio, según El Financiero, erosiona la confianza en el Infonavit como una institución autónoma y equitativa.
La reforma ha sido señalada como un paso más en la consolidación del poder de Morena sobre organismos autónomos, lo que podría erosionar los contrapesos democráticos en México. Esto ha generado alarma entre sectores empresariales, sindicatos y legisladores de oposición.
Reforma Frenada, Pero No Descarrilada
El líder parlamentario de Morena, en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, confirmó que las reformas se discutirán hasta 2025, evitando el «fast track» aprobado en el Senado. Según El Economista y La Jornada, este aplazamiento permitirá un análisis más profundo. Sin embargo, para El Universal, el retraso responde a la presión de empresarios preocupados por el impacto de las modificaciones.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que los ahorros de los trabajadores estarán protegidos y prometió explicar la reforma en una conferencia de prensa. No obstante, estas declaraciones no han logrado disipar las críticas de sindicatos, empresarios y opositores.
En conclusión, la reforma al Infonavit plantea riesgos significativos que superan los beneficios potenciales. Centralizar el control en el gobierno, con escasos mecanismos de supervisión, pone en peligro la misión original del instituto y amenaza con comprometer los ahorros de millones de trabajadores.
En este contexto, la vigilancia ciudadana, el debate parlamentario y la rendición de cuentas serán fundamentales para garantizar que los recursos del Infonavit no se conviertan en un botín político. La clave estará en encontrar un equilibrio entre modernizar al instituto y preservar los derechos y la confianza de sus beneficiarios.