En sesión del Congreso del Estado, el diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo “Memo” Valencia, denunció en tribuna la presunta operación de exmilitares y militares en activo originarios de Colombia en territorio michoacano, señalando que estos estarían al servicio de organizaciones criminales.
Durante su intervención, Valencia retomó un mensaje emitido por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el que reconoce la exportación de mercenarios colombianos hacia México, particularmente vinculados al crimen organizado. De acuerdo con Petro, algunos de los detenidos tras un ataque con explosivos ocurrido en Michoacán el pasado 25 de mayo —en el que fallecieron ocho elementos del Ejército Mexicano— serían militares colombianos en activo, lo cual calificó como una violación a la soberanía mexicana.
El legislador cuestionó que el tema no esté siendo abordado de forma prioritaria en el debate legislativo, y consideró que se ha centrado la discusión en lo que calificó como una “farsa electoral” sobre la integración del Poder Judicial, mientras se omite lo que denominó un “proceso de colombianización” de la violencia en Michoacán.
“Estamos hablando de un plan C que parece dinamita, un plan de colombianización. Hoy deberíamos estar ocupados por estas declaraciones del presidente Petro. Es grave que militares en activo estén participando en actividades criminales en territorio mexicano”, expresó el diputado en tribuna.
Valencia también puso en duda la legitimidad del reciente proceso electoral para la elección de jueces y magistrados en Michoacán, afirmando que hubo baja participación ciudadana y cuestionando las cifras difundidas. Asimismo, recordó antecedentes históricos como la caída del sistema electoral en 1988, vinculando aquel episodio con prácticas que, a su juicio, se repiten actualmente bajo otros actores.
La denuncia del legislador priista se suma a la creciente preocupación sobre la infiltración de actores armados extranjeros en estructuras criminales mexicanas, un fenómeno que, de confirmarse, podría tener implicaciones internacionales en materia de seguridad, migración y relaciones diplomáticas entre México y Colombia. Hasta el momento, las autoridades federales no han emitido una postura oficial sobre las declaraciones del mandatario colombiano ni sobre la presencia de militares extranjeros en Michoacán.