Desde hace más de un mes, las farmacias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelia enfrentan una preocupante escasez de insulina, dejando a cientos de pacientes con diabetes sin acceso a su tratamiento.
Usuarios de la clínica 75 han denunciado que, tras múltiples visitas a la farmacia, la única respuesta que reciben es: «No ha llegado, dese una vuelta el próximo jueves». Esta situación ha generado enojo y preocupación, pues la interrupción del tratamiento puede tener graves consecuencias para la salud de los pacientes.
La falta de insulina en el IMSS no es un problema reciente. En los últimos años, el desabasto de medicamentos esenciales ha sido una constante en el sistema de salud pública, sin que las autoridades delegacionales ofrezcan soluciones efectivas. Mientras tanto, quienes no pueden esperar deben recurrir a farmacias privadas, donde el costo de la insulina supera los mil pesos, una cifra inalcanzable para muchos.
Hasta el momento, la delegación del IMSS en Michoacán no ha emitido una postura clara sobre la crisis de suministro ni ha presentado un plan de acción para resolver la situación. La incertidumbre persiste y los pacientes, una vez más, se enfrentan a un sistema que parece no garantizar su derecho a la salud.