Dallas, Texas — En un esperado regreso al Monday Night Football, los Dallas Cowboys se preparan para recibir a los Houston Texans, sus rivales estatales, en un partido que promete emociones para ambos equipos. Aunque tanto Cowboys como Texans llegan en rachas complicadas, este enfrentamiento ofrece una oportunidad para recobrar el impulso.
Los Texans, que llevan marca de 6-4, buscan redimirse tras perder tres de sus últimos cuatro encuentros. Houston ha sido consistente en disputar partidos reñidos: de sus diez juegos en la temporada, ocho se definieron por un marcador estrecho y cinco se resolvieron por tres puntos o menos. La derrota más reciente fue ante los Lions, cuando desaprovecharon una ventaja de 23-7 en la segunda mitad, y un gol de campo de último segundo selló su tercera derrota en cuatro semanas.
La ofensiva de los Texans ha mostrado brillo, en parte gracias a la dupla de CJ Stroud y Joe Mixon. Stroud, quien se sitúa en el séptimo lugar de la NFL en yardas aéreas con 2,371, ha dependido de Mixon para darle balance al ataque; este último ha acumulado 655 yardas terrestres y siete touchdowns. Sin embargo, el equipo ha tenido dificultades para proteger a Stroud, quien ha sido capturado en 34 ocasiones, la segunda cifra más alta en la liga, con pérdidas de yardas significativas. La defensa de los Texans, por su parte, ocupa el tercer lugar en yardas permitidas, con un promedio de 288 por partido, y se destaca por sus 13 intercepciones, con Calen Bullock como uno de los líderes con cuatro robos en la temporada.
En el campamento de los Cowboys, la situación también es incierta. La temporada de Dak Prescott llegó a su fin tras sufrir una lesión en el tendón de la corva contra los Falcons. Ahora, Cooper Rush será el encargado de liderar el equipo, con un récord de 5-2 como titular. Su desempeño será clave, ya que los Cowboys buscan retomar el camino luego de cuatro derrotas consecutivas en el AT&T Stadium, la peor racha en casa desde 1989. Los Vaqueros siguen en el penúltimo lugar en yardas terrestres, con apenas 83.7 yardas por partido, a pesar de los esfuerzos de corredores como Rico Dowdle y Ezekiel Elliott, quien en su última actuación perdió un balón suelto crucial.
Micah Parsons, el linebacker estelar, ha regresado tras una lesión y logró dos capturas en su primer juego de vuelta contra los Eagles, además de encender la polémica al cuestionar la dirección del equipo bajo el mando de Mike McCarthy. Aun así, tanto McCarthy como el dueño Jerry Jones han minimizado las tensiones.
Con la presión sobre ambos equipos para romper sus respectivas rachas negativas, el duelo de este lunes representa no solo una contienda por mejorar sus registros, sino también un choque de orgullo texano.