La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA) anunció que permanecerá en territorio mexicano para dar seguimiento puntual a los cómputos distritales de la elección extraordinaria del Poder Judicial de la Federación, celebrada el pasado domingo 1 de junio. El organismo internacional calificó la jornada como “tranquila”, pero reconoció que la participación ciudadana fue apenas del 12%, una de las más bajas en la historia electoral reciente de América Latina.
Encabezada por el ex canciller chileno Heraldo Muñoz Valenzuela, la misión internacional destacó el esfuerzo de funcionarios de casilla y autoridades electorales en una elección “especialmente compleja”, derivada de la reforma constitucional de septiembre de 2024 que instauró el voto popular para elegir a jueces, magistrados y ministros en todo el país. Este modelo no tiene precedentes en el mundo.
Durante la jornada, los ciudadanos eligieron desde nueve integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hasta cientos de jueces y magistrados en los niveles federal y local, en lo que fue una elección judicial sin paralelos por su escala y diseño.
La MOE, conformada por 16 especialistas de 10 nacionalidades, evaluó aspectos clave como la organización del proceso, la tecnología electoral, la participación de mujeres, y la transparencia en la selección de candidaturas. Su informe preliminar, a publicarse el próximo viernes, incluirá hallazgos y recomendaciones basados en observación directa, revisión normativa y reuniones con actores clave del sistema político y judicial mexicano.
Aunque reconocen que existe consenso sobre la necesidad de reformar el Poder Judicial para hacerlo más eficiente y transparente, las opiniones sobre la legitimidad y efectividad de esta reforma son profundamente divididas. La Misión señala que el proceso se desarrolló en un plazo breve, con reglas poco claras, alta litigiosidad y un contexto político polarizado.
Este es el primer proceso electoral judicial observado por la OEA en México, y la octava elección nacional que la organización monitorea en el país. El despliegue fue posible gracias a contribuciones de gobiernos de países como Canadá, Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Colombia y República Dominicana.
La Misión reiteró su compromiso con la integridad electoral y agradeció la apertura del Estado mexicano y de diversos actores sociales y políticos para facilitar su labor.
“Seguiremos en campo hasta el último cómputo”, concluyó el organismo, dejando claro que la observación internacional se mantendrá activa mientras se definen los resultados de esta inédita elección judicial.