En el convulso tablero económico de 2025, donde cada movimiento internacional repercute como eco de trueno en el ánimo empresarial mexicano, Juan José Sierra Álvarez, presidente nacional de Coparmex, lanzó una advertencia clara, casi urgente: México está al borde de una recesión técnica, y no puede permitirse seguir caminando con los ojos vendados.
Durante un chacaleo en el marco de la firma del convenio entre Coparmex y UNICEF, el líder empresarial trazó un mapa con líneas de preocupación: aranceles impuestos por EE.UU., desaceleración económica, debilitamiento del Estado de Derecho y una caída alarmante en el ánimo de inversión. “Estamos mal parados”, soltó con una franqueza poco común.
Aranceles: la tormenta perfecta
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas —especialmente en el sector automotriz— encendió las alarmas en el sector empresarial. Sierra no titubeó al calificarla como una ruptura directa con el T-MEC: “Estas decisiones unilaterales violan el tratado, afectan el empleo y comprometen el desarrollo económico”, sentenció.
El impacto no es menor: según datos de Coparmex, si los aranceles se mantienen, México podría enfrentar una contracción económica del -1.3% este año. Un retroceso que pondría en jaque a miles de empleos, especialmente en industrias clave como la automotriz, donde “cada incremento de precio en exportaciones representa menos consumo, menos demanda… y menos trabajo para los mexicanos”.
La otra cara del discurso oficial
Mientras el gobierno federal mantiene proyecciones optimistas de crecimiento —entre 1.5% y 2.3%—, Coparmex pone los pies en la tierra. Las cifras internas revelan otra historia: solo se generó el 18% de los empleos necesarios en 2024 y la actividad económica lleva dos trimestres a la baja. “Esto ya es una recesión técnica”, sostuvo Sierra.
El líder patronal fue más allá. Pidió una reflexión autocrítica: “No podemos culpar solo a lo externo. También hemos tomado decisiones internas que violan el tratado, como la reforma eléctrica, la eliminación de órganos autónomos y la propuesta de elección popular de jueces. Todo esto mina la confianza”.
Sin certeza jurídica, no hay inversión
En la triada que, según Coparmex, debe sostener el atractivo económico de México —seguridad, certeza jurídica y energía—, la certeza jurídica está gravemente fracturada. “Las empresas no quieren sorpresas, necesitan reglas claras. El huachicol fiscal, por ejemplo, genera una competencia desleal brutal”, denunció.
Y las cifras lo confirman: en el último trimestre de 2024, el ánimo para invertir entre los socios de Coparmex cayó 12.8 puntos porcentuales. Los tres principales factores: inseguridad, inestabilidad política y falta de certeza jurídica.
El T-MEC en la cuerda floja
Ante un panorama global incierto y con un Trump “más terco que nunca”, como lo describió una reportera, la pregunta clave surgió: ¿sobrevivirá el T-MEC a esta tensión? Juan José Sierra fue categórico: “Debe seguir. Es fundamental para los tres países. Pero hay que fortalecer la cooperación… y también hacer nuestra tarea”.
Llamó a redoblar esfuerzos en los temas sensibles para EE.UU.: fentanilo, migración y relación comercial con China. “Ahí hay una oportunidad que debemos aprovechar. No es solo cosa del gobierno, también del empresariado”.