La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) alertó que la reciente política proteccionista de Estados Unidos, vigente desde febrero de 2025, plantea una disyuntiva para la región entre vulnerabilidad estructural y posibilidad de reposicionamiento comercial. En su informe más reciente, el organismo señala que los países latinoamericanos enfrentan un escenario de reconfiguración comercial que exige respuestas estratégicas inmediatas.
Según el análisis, las tasas arancelarias impuestas por Estados Unidos a América Latina y el Caribe son inferiores a las aplicadas a otros competidores globales, lo que permite mantener e incluso ampliar exportaciones en sectores como agroindustria, confección y dispositivos médicos. Esta situación es descrita como una “desviación favorable del comercio”, que podría facilitar una consolidación regional en el mercado estadounidense.
Sin embargo, la CEPAL advierte que esta ventaja es transitoria. La política arancelaria podría modificarse en función de los saldos comerciales, prioridades geopolíticas o decisiones internas de Washington. Esta incertidumbre ya ha generado una disminución en la inversión extranjera directa hacia sectores dependientes del mercado estadounidense, lo que compromete la expansión productiva regional.
El informe subraya que la falta de previsibilidad desincentiva apuestas a largo plazo y expone a las economías latinoamericanas a riesgos sistémicos. Ante este panorama, la CEPAL propone una estrategia regional basada en tres ejes:
- Diversificación de mercados: Fortalecer vínculos comerciales con China, la Unión Europea, India, ASEAN, Golfo Pérsico y África para reducir dependencia y distribuir riesgos.
- Integración regional profunda: Impulsar convergencia normativa, infraestructura compartida y comercio intrarregional para robustecer cadenas de valor internas.
- Transformación productiva: Elevar la intensidad tecnológica de los bienes y servicios exportados, desarrollar capital humano avanzado y fomentar la innovación para mejorar la posición competitiva global.
Además, el organismo recomienda evitar políticas nacionales que incrementen la volatilidad. En un contexto de tensiones geoeconómicas, las señales de política deben ser claras y estables para atraer inversión y generar confianza.
La CEPAL concluye que la región no puede operar bajo supuestos invariables. La política comercial de Estados Unidos puede cambiar, y América Latina debe diseñar una estrategia que no dependa de decisiones externas, que fortalezca sus estructuras productivas y que permita construir una economía más resiliente. La coyuntura actual representa tanto una amenaza como una oportunidad, y la respuesta regional determinará su impacto a largo plazo.

